sábado, 13 de septiembre de 2014

LA BELLEZA QUE SI VALE




        La verdadera belleza de la mujer no tiene precio. No cuesta lo que los cosmetólogos anuncian, ni lo que los productores de líquidos y fragancias desearían. Tampoco es el reflejo del trabajo de un especialista en cirugías para ganar estética facial y corporal, ni mucho menos es la nueva ropa la que te genera una mayor belleza. La auténtica belleza es la del espíritu, la del corazón, la que habla de tí, de tu interior, la que refleja tus sentimientos positivos, esa belleza de la que salen los buenos actos en los que se irradia el entusiasmo, la positividad y el amor por la vida y por el prójimo. Esa belleza es la que no tiene precio porque tiene su fundamento en el amor. La otra belleza si tiene precio, la belleza del cascarón, y me parece que cada vez es más cara pues va de acuerdo a la inflación y el alza de precios de los productos en cuestión.   

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