Tuesday, June 28, 2016

FAMILIA



    Amor que brota en el ser humano y en los otros en sana correspondencia, es un sentimiento que une, que cohesiona y da pertenencia, sentimiento que se promueve a sí mismo y se multiplica, y que nunca es suficiente porque siempre se está sediento de él. Ese sentimiento que emana de los corazones buenos y mansos, de corazones que perdonan y reconcilian, almas que olvidan para reiniciar, reestructurar, recapitular hacia una vida nueva y que discurre entre los seres queridos y amados. Esto es lo que yo llamo  una verdadera “familia”, sin importar la cantidad de las personas que la componen. Y las desavenencias, problemas, conflictos y traumas del pasado, no obstante la fuerza de su carga negativa, no pueden desvanecerla, antes bien la fortalecen cuando sus miembros, dispuestos a darse a sí mismos con sus seres amados, capitalizan sus terribles experiencias porque están cobijados precisamente con el amor, el sentimiento más poderoso de todo corazón y de toda unión humana.