Wednesday, March 28, 2012

NADIE ES MONEDITA DE ORO


        "Nadie es monedita de oro", es la frase que le solía escuchar muy a menudo  a una compañera de trabajo cuando recién arribé a los Estados Unidos de América, hace veinte  años, que, dicho sea de paso, se me han ido como agua que corre en el río. Doña Gloria, así se llamaba la compañera, era la jefa de la cocina de un restaurante de comida Tex-Mex, en realidad una negociación pequeña, pero con mucho éxito puesto que cada día el lugar era bendecido con una gran cantidad de clientes, en especial anglosajones, los cuales abarrotaban aquel pequeño lugar, justo a las horas "pico": el «lunch» durante el mediodía, y el «dinner» durante horas de la tarde, sin llegar a caer la noche. De cualquier manera, el restaurante siempre tenía clientela, desde que abría al público a eso de las once de la mañana, hasta las ocho de la noche que era la hora que cerraba sus puertas. Para doña Gloria, quien llevaba cerca de veinte años trabajando allí, la numerosa clientela diaria le resultaba, en lo personal, como una adulación hacia su persona y en su calidad de cocinera. Le encantaba platicar de sus proezas culinarias, y de como los comenzales (clientes) se enamoraban de sus platillos maravillosos. Su plática era tan amena que hasta no faltaba quien le bajara al volumen de la radio, el cual operaba permanentemente desde que entrabamos hasta que salíamos de la negociación, y siempre en estaciones de música texana-mexicana, ranchera y corridos, con el objeto de escucharle sus peripecias gastronómicas de las que siempre, debo reconocerlo, me regocijaba. En una ocasión, un cliente de la raza negra pidió cuatro docenas de tamales para llevar, algo usual en aquel lugar. Lo inusual fue que, al cabo de treinta minutos, al hombre negro regresó al restaurante con molestia y enojo. La reprimenda la recibió el «manager»  encargado del restaurante, el cual escuchó del cliente horrores de aquellos tamales que recién había adquirido. Su queja principal es que los tamales estaban crudos, por un lado, y de que aquellas cuatro docenas de tamales tenían toda la sal del Océano Pacífico, por el otro lado. Al cliente se le devolvió su dinero y se le pidió disculpas por el inconveniente. Por su puesto, el manager del negocio arremetió en contra de doña Gloria, quién en esos precisos momentos justamente guisaba los chiles de las próximas tandas de tamales para la venta de la semana entrante. Despues de escuchar el regaño del manager, Gloria respiró profundo para no caer en agresiones mutuas con su jefe. Después, ambos conversaron pacíficamente, aunque con cierta incomodidad de parte de la cocinera estrella del lugar. Viéndose afectada en su estatus, le alcancé a escuchar, "es que le caigo mal a este manager. No cabe duda, nadie es monedita de oro".
        Recuerdo que en una ocasión el encargado de lavar los platos, un muchacho hondureño en sus veintes, y el parrillero del negocio, un mexicano de aproximadamente treinta años, tenían ciertos problemas para llevarse bien. En ocasiones discutían por casi cualquier cosa, hasta que un día y en un momento determinado ambos trabajadores llegaron a los golpes en el exterior de la parte trasera del negocio. Alertada por la situación, doña Gloria salió disparada de la cocina en dirección al patio trasero. Nos gritaba desde el exterior al resto de los que trabajabamos allí, que separaramos a los dos en disputa, tanto al azteca como al catracho. No pasó nada realmente. Sólo unos golpes leves y rasguños. Ambos fueron castigados. Al ratito, pasado el desagradable hecho, doña Gloria, en defensa del jóven hondureño comentó, "es que nadie es monedita de oro", ese paisano es como la fregada y no se da a querer. Era tan común escucharle la frase, que todos los trabajadores la empleábamos en nuestras vidas. Tengo fresca en la memoria las canciones que la radio tocaba cada día de trabajo, no así los nombres de los cantantes los cuales olvido con suma facilidad. Muchos cantantes texanos como Emilio Navaira, Selena, entre otros que escapan a mi memoria, los escuchaba cada día. Selena era una de mis favoritas, pero en los primeros meses del año 1996 ocurrió la desgracia del homicidio de esta cantante, tan famosa en ese tiempo. Doña Gloria lloró al saber la trágica noticia, y todos allí, sus compañeros de trabajo, estuvimos para consolarla. "Tan buena que era esa muchacha. A quién le hacía daño, ¡a nadie,a nadie. Al contrario, era ella pura alegría y amor, ¿a quién le podría haberle caído mal?" – comentaba doña Gloria con cierta aflicción debido aquel suceso de repercusión en el mundo misucal. Y prosiguió diciendo - Pero como siempre digo, nadie es monedita de oro, y esa vieja que la mató la tendrá que pagar – sentenció la cocinera. Y creo que doña Gloria no se equivocó en su predicción. Poco tiempo después encontré otro trabajo, y sólo me quedó el recuerdo de lo que fue el quehacer de la cocina profesional, de las anécdotas y enseñanzas de doña Gloria y de la grata compañía de mis compañeros. Una experiencia inolvidable que cada vez que escucho la ancestral frase "nadie es monedita de oro", evoca una porción de una  época de mi vida en los Estados Unidos.

Thursday, March 22, 2012

Búscando,esperando ó saboteando el amor

       Si estás buscando el verdadero amor en tu vida,o pretendes rescatar el que parece haberse perdido,debes saber tan solo un par de cosas al respecto.La primera,no lo busque más.Lo verdaderos amores llegan cuando menos te lo esperas,solo llaman a tu corazón, y ya sea que estés ó no ,ese será su destino y el tuyo también.La segunda,cuando verdaderamente llegue ese amor a tus manos,ofrécele tu corazon,abrelo a él con la certeza de que hará lo mismo,por que seguramente un corazón amoroso y vehemente se paga con otro corazón que palpita por amar y ser amado.
       
        Ahora bien,lee lo siguiente a ver que te parece.
      
        Si estás buscando el verdadero amor en tu vida y le pones trabas cada vez que se acerca siquiera,o estás pretendiendo rescatar al que piensas se había diluído en el tiempo,pero el orgullo no te permite actuar con libertad de amar,entonces debes saber dos cosas al respecto.La primera,búscalo cada día incesantemente,lucha por él hasta el cansancio.Los verdaderos amores no merecen trabas,por que se ofrecen sin condicionamiento de ninguna especie.La segunda,cuando llegue ese amor de forma verdadera,aconseja a tu corazón abrirse ampliamente y con honestidad.Ambos corazones necesitan sopesar las diferencias y las coincidencias para lograr los ajustes,de modo que al amor que se profesen,pueda sobrevivir al tiempo y a las adversidades,prueba máxima a dos corazones que desean fundirse el uno al otro. 

        ¿ Cuál de los dos párrafos se adapta más a tú experiencia personal?

Wednesday, March 14, 2012

APRENDER A SER FELIZ

        Cuando tienes la valentía y la disposición de abrir tu corazón a alguién más, es en verdad un hecho histórico, y les explico por qué lo considero así.
        En nuestra naturaleza de seres humanos, todos necesitamos de otros, y de alguna manera requerimos de la convivencia, por lo menos el vivir cerca los unos de los otros para efecto de asistirnos mutuamente en diferentes órdenes y para las diferentes necesidades, y esa necesidad inicial de no vivir aislado es lo que se llama conducta gregaria. Si la respuesta del ser humano de vivir en asociación, es decir,de vivir conjuntamente, desde luego que cada quién en su espacio vital, es una respuesta a las necesidades básicas, hoy en día existe una urgencia cada vez mayor en cuanto a ciertas necesidades que necesitan satisfacerse a plenitud. Me parece que la jerarquización de las necesidades  cambia, aunque, por su puesto, las de carácter primario siempre aparecen en primer lugar, porque son necesarias para el sostén de la vida. Más sin embargo, aquí me refiero  a otras que si bien el sujeto no perece sin su satisfación, en verdad ellas son imprescindibles para el balance y la armonía del ser humano. No basta un ser bien alimentado fisicamente, sino un ser que también esté suficientemente bien retribuido de amor en sus diferentes formas, y para los diferentes papeles que lleva en la vida.
        Bajo la constante del párrafo anterior, como seres humanos necesitamos y demandamos un  equilibrio.Y en este balance entran una multitud de variables personales a considerar, y que el ser humano prioritiza de manera sustancial hoy día. Todas estas variables, por lo general van conectadas al deseo de ser amados, pero amados plenamente y, en consecuencia, de amar con todo entregando el ser de forma sublime. Podría sonarle cursi lo anterior, especialmente cuando nuestro corazón ha endurecido sus fibras y se ha vuelto insensible. Es dable mencionar que la vida que hemos llevado en el pasado nos ha marcado, y muchas veces nos entregamos a esta resolución como definitiva. ¿Cuántas veces no ha renunciado al amor? Lo peor es que, de manera consistente, mitificamos este sentimiento, lo vemos como en una vitrina, alejado de nuestras posibilidades, o tal vez esperando a que llegue y el tiempo transcurre sin que esto suceda. Se nos mete a la cabeza que el valor de si mísmo se estropea con nuestros errores pasados, y pensamos también que los otros nos perciben de ese modo, es decir, mirando con la misma lente que utilizamos nosotros mismos para juzgarnos. De este modo, no es de extrañar que el amor parezca estar muy lejos de nuestras posibilidades. Quizás no nos hemos puesto a reflexionar de que ese amor al que tanto le rezamos para que venga, y que no parece escucharnos, nosotros  mismos lo estamos  saboteando con nuestras actitudes. Bueno, con esto ahora quizás ya no nos parezca cursi, pero de cualquier manera nos causa cierta perplejidad, aunque de pronto como que aparece una palabra de esperanza en el horizonte, porque entonces hay algo que podamos manipular para poder acceder a lo que hemos deseado por un tiempo que solo nosotros sabemos. La idea de este párrafo es dejar claro que, el amor no anda en burro, ni mucho menos está del otro lado de la cortina. Ese amor está a su alcance, porque él habita precisamente ahí donde usted lo sufre y lo añora: ¡su corazón! Bueno, déjeme guíarlo a donde yo creo que usted necesita arribar para tener luz al respecto. Vamos pues al siguiente párrafo.
        Quedó claro que ese deseo de amar permanece, aunque el darse al otro yace muy profundo, en un mundo aparte, viviendo una dualidad que lo mantiene atorado. Por lo menos, reconocemos que hemos amado en el pasado y que el corazón aún suspira. Empero, ésta circunstancia es un tanto engañosa, ya que los seres humanos, sea por estoicidad, masoquismo, negligencia o por cualquier otra cosa, no dejamos de mutilarnos los buenos deseos, no cesamos de autocastigarnos como si una culpa nos fuése pisando los talones y nunca nos dejáse libres. En ocasiones somos concientes de lo que nos pasa, pero en otras no tanto. Pero eso no significa, ni mucho menos justifica el hecho de que esas experiencias condicionantes nos mantengan en el ostracismo psicológico, manipulados por los fantasmas que nos emancipan, que nos anulan dejando tras de si una estela de tristeza. Constantemente somos humillados y violados, y muchas veces nos entregamos a este interjuego malévolo renunciando a nuestras posibilidades. Consecuentemente, obnubilamos nuestra conciencia y le colocamos un cerrojo a nuestro corazón, y solo nos dejamos llevar por la inercia de los traumas y de todo lo fantamasgórico de nuestro pasado que nos priva de nuestra autenticidad. Que difícil es admitir el amor bajo este paupérrimo estado psicológico. Y no tan solo no lo admitimos, sino que lo ahorcamos, lo destrozamos, lo trasfiguramos de manera que, ese amor tan hermoso que ha salido de un corazón deseoso de amar y ser amado lo convertimos en el opuesto, en algo que perjudica y vulnera nuestro encapsulado, achicado y entristecido corazón. Nos hemos vuelto el enemigo número uno de nuestro porvenir amatorio, de la felicidad que nos espera una vez liberados de tanto tapujo impuesto por la cultura a través de su portavoz y operador principal de los corazones: la familia. Por supuesto que aquí no crucificaremos a la familia como tal, no obstante debo hacer mención de la parte activa que tiene en nuestras vidas, del efecto tan importante que tienen los valores aprendidos en ella, asi como tambien los traumas que de ella se derivan y que son un componente insoslayable en el presente de cada uno de nosotros. Empero, esto no está en la mesa de análisis ahora, sino la capacidad del individuo de sobreponerse a su pasado para lograr su felicidad total, venciendo toda clase de obstáculos culturales heredados. ¿Se puede ser feliz? Y cuántos no responden con una negativa, o bien arguyendo que la felicidad solo son momentos breves en la vida, como gotitas de miel en el mar de agua salada. ¿Tan poquito se merece el corazón humano?
        En la vida hemos sido educados para sufrir de manera sustancial, pero no nos educan para ser felices y disfrutar de los placeres de la vida, de la convivencia, del profesarnos el amor y de darnos el uno al otro. Cuando nacemos, inmediatamente nos sellan el corazón con las enseñanzas que la cultura impone. Nos ciñen y nos restringen, nos controlan y nos asfixian. En el evento de la educación inicial concurren tantas limitaciones, de modo que ningún corazón queda libre a tanto acoso. Por su puesto, esto tiene una parte fundamental para el aprendizaje del sujeto en la sociedad. Más sin embargo, esta violación al corazón se prolonga durante toda la vida en muchos hogares. La persona arriba a los veintes y el hostigamiento continúa. Llegamos a los treintas y nuestros padres nos tratan como si tuvieramos ocho años. En adelante nuestros padres probablemente sigan el frente de batalla de nuestras vidas, mas sin embargo cuando ellos no están en persona lo están en sus enseñanzas, en las reglas impuestas, en los consejos eternos, en las frases míticas de familia, en las prácticas y hábitos fundados por ellos en nosotros, en las costumbres y celebraciones, en la forma de hablar, de actuar, de decir y no decir, y hasta de mentir. Ahí están nuestros padres sempiternos, llevándonos de la mano aún sin su prescencia física. ¿Debo librarme de esa atadura? Depende desde la perspectiva que se le vea. Hay ataduras que son benditas, y las hay malditas también. Si eres una persona enteramente feliz, no hay nada que desatar, pues todo esta bien.Y eres feliz porque vives el presente en base a tus decisiones y responsabilidades, y has aceptado tu pasado de manera tal que lo controlas y lo manipulas a tu antojo. Has podido capitalizar los eventos traumáticos del pasado y los tienes en el puño de tu mano. Has puesto de frente las cosas positivas que te inculcaron tus progenitores y las has puesto en marcha. También has decidido asumir la batuta de tu vida, llevarla por el buen camino y te has aventurado al juego sano del amor con profundo respeto a ti mismo principalmente, respeto a tus valores (sin caer en la rigidez de los prejuicios heredo-culturales), respeto a los que amas, y un profundo respeto a la persona con la que has decidido vivir toda tu vida. Posiblemente te encuentras atorado en una fase de tu vida y no eres feliz; viene entonces un recuento del diario devenir con el propósito de detectar lo que está pasando en la vida. La única forma sana y efectiva de lograr avanzar en este renglón es mostrarse tal cual, dejar ver la basura que hay dentro para poder retirarla y sanear los espacios interiores; sanarte tú. Lo que decía antes, muchos de nosotros hemos sido corrompidos y violados, aún por nuestros padres. Nuestro corazón ha sido privado de la capacidad de amar, de modo que anda suspicaz por el mundo sin la capacidad de darse a los otros. Un corazón trabajando al veinte por ciento eventualmente es un corazón vacío y frágil. ¿Cómo podéis ser feliz asi? Es imposible amar si tú corazón no ha sido enseñado a tomar riesgos, a entregarse profundamente al otro que también lo necesita. Ahora hay que  reenseñarlo, reeducarlo, dejar que lo hediondo e infecto salga de él y lo libere para que pueda renacer en todo su esplendor. Es tiempo para reflexionar y reconsiderar lo que debemos hacer para volver a amar, si es que alguna vez fuímos capaces de hacerlo, o de amar por vez primera si es que nunca nuestro corazón a experimentado ese sentimiento tan grande y tan bello que Dios nos regala y que pocos hacen suyo. Atrévete a la aventura del amor. Tal vez detrás de ti el amor te espera; tal vez ha estado ahí por años y no lo admites en tu vida precisamente por tantas limitaciones que tienes. Quizás ha llamado a la puerta y no lo has querido recibir por tantas razones resumidas en prejuicios y traumas. Anda ve y cuéntale a Dios Padre que nunca te falla y que siempre está allí para cuidarte y protegerte. No es cierto que las oportunidades se presentan pocas veces, o lo que es peor, una sola vez en la vida. Quién no ha escuchado lo siguiente, "el amor llega una sola vez a tu vida". Seguramente un pesimista inventó tal frase, y todos los que tienen el corazón privado al amor la secundaron. En verdad, la vida nos regala un montón de oportunidades a cada momento, lo que pasa es que vivimos con un velo en los ojos, una tapaderas en nuestros oídos y un enorme candado en el corazón. No vemos, no escuchamos y no palpitamos. En su lugar,observamos, oímos y latimos. Resurgamos de este anquilosamiento que nos mata cada día un poquito de lo que somos. Seamos sensatos y sinceros consigo mismos y hagamos un esfuerzo para superar nuestras cargas. Nunca podrás olvidar los traumas de tu infancia, adolescencia y de la adultez propiamente hablando. De hecho, olvidar es imposible. Todo ha quedado grabado en tu mente. Lo mejor es aprender a vivir con esos malos elementos, manejarlos y controlarlos. Entrégale al Señor lo que traes, ese saco de recuerdos que te acosan y no te dejan vivir; esos prejuicios que te impiden crecer y toda la amplia gama de coyunturas y resquebrajamientos en tu vida. Concientízalo y pónlo sobre la mesa para que Dios se haga cargo de ti y de tu carga. Y recuerda, "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy"
Si crees que lo mereces, pues adelante y no retrocedas en ningún momento. Si sospechas que todo lo anterior es pura paja, pues sigue adelante también con lo que tienes. Tal vez no estés preparado para un cambio de tal magnitud.Y si todo está bien y eres muy feliz con lo que eres y con lo que tienes,y alguién más comparte su corazón contigo fraguados en armonía total, te felicito profundamente. Para quien necesita un cambio radical en su vida, dedico la presente reflexión. Recuerda, Dios está ahí para hacerlo, Nadie más,solo Cristo, pésele a quien le pese.

Saturday, March 10, 2012

EL PASADO HABITA EN EL PRESENTE

       ""Resulta contradictorio para mi por qué a veces me parece muy complicado y oneroso de manejar y en otras ocasiones noto que es muy simple,respecto de un sentimiento de minusvalía que invade mi alma.Siento que no valgo nada,y hasta palpo que la vida ha sido muy injusta conmigo.En primer lugar,no me gusto como soy y,a decir verdad me parece que nunca he tenido un concepto valioso de mi mísmo desde que tengo memoria.Tengo aún presente que cuando me miraba al espejo,inclusive en la etapa de mi niñez,me horrorizaba de mi físico,de mi cara y de todo cuanto se reflejaba de mi persona en el cristal.Todo eso ha pasado ya,y sin embargo ahora  como adulto percibo que esos sentimientos vuelven de manera intermitente a  mi vida,como bosquejos del pasado martillando mi presente,como tratando de hacerme notar que a ellos me debo, como si fuesen cláusulas vitalicias que inexorablemente me habrán de consumir.Por el otro lado,aún con el vivo recuerdo de mis progenitores y con el dolor que emana de las reminiscencias de cuando me comparaban con mis hermanos,de la impotencia de buscar una defensa válida y del momento en que mi corazón quedó sellado con esa experiencia adversa,de aquel abuso del que pensé había desaparecido de mi memoria.Son remembranzas que me traen no tan solo un dolor en el alma,y yo que pensaba que ella misma al no poder asirse era incapaz de experimentar dolor.Advierto que  también las malas experiencias no han cicatrizado,y aún me expongo con martirio,como la carne expuesta,sufriente y ardiente de dolor.Por estas cosas y por muchas más,el valor que me define ante los demás me empobrece,me humilla;el desaliento tiene el poder de controlarme,de hacerme de su dominio y poseerme a su antojo.Es en la relación con el mundo cuando percibo que mi ser se divide en dos,sosteniendo una verdad y una falsedad al mismo tiempo,como dos túnicas opuestas.Sostengo dos caras por que me asusta que me descubran en lo que soy realmente,poniendo de frente la cara falsa,la fingida,la que,admito sin temor a equivocarme,me sostiene frágilmente ante el peso de la faz real,la que tiene forma y fondo, y no está vacía y hueca como la otra,la que como emergente me pseudoasiste en mis penas. Cada una de mis experiencias actuales se subyugan a un pasado que me oprime,me controla sobremanera y me genera un sentimiento de frustación enorme.Cada vez,y como un ciclo enfermizo que me sustrae y que se regenera a si mísmo,mi presente se suprime por mi propio pasado y deja de ser. Mi presente devorado por mi pasado,dejando la huella perenne en un corazón que llora su destino,su pobre porvenir atado a cadenas de maldición que no cesan,que nunca cesan;que no mueren,que nunca mueren""

Friday, March 9, 2012

SABER ESPERAR

La espera siempre es un factor generador de, ya sea angustia, incertidumbre, desasosiego o de prestancia, disponibilidad y madurez. Cuando actuamos deseamos que las cosas se sucedan, que ocurran en una secuencia temporal ordenada, predecible. No obstante, la experiencia nos enseña que esto no siempre acontece, y en ello es donde debemos ajustarnos en nuestros deseos y necesidades. Algunos hemos aprendido a esperar actuando razonablemente. Hemos aprendido que no podemos modificar el curso de ciertos acontecimientos a nuestros intereses. Con ello, ha sido un logro el nivel de paciencia desarrollado y la generación de actitudes sólidas de frente a las circunstancias. Quizás, y lo mas importante me parece a mi, es que hemos logrado postergar nuestros impulsos, sosegado nuestro carácter y echado mano del anhelo de superación. La probabilidad de que lo anterior ocurra es incierta, aunque siempre estamos a favor de su desarrollo en contraposición a la impaciencia y desesperación que en algunas personas la espera acarrea. En realidad no importa a qué o a quién. Significa de manera general que, aunque no todos con la misma intensidad y frecuencia, tendemos a la impaciencia, angustia, desesperación y hasta cólera cuando esperamos. El reloj nos taladra, el deseo interior nos quiebra. Irrumpimos nuestra conciencia de forma brutal dejando trasminar lo primario ahogándonos en nuestros propios impulsos. Mas ello no cambia en nada por lo que tanto nos inquieta, y sin embargo nuestra persona se degrada y nos transfigura por lo malsano y corrompido que aflora de la vasija interna; las trasbocadas e inexpugnables pulsiones que trastocan y perforan nuestro corazón.

Wednesday, March 7, 2012

DESTRUIR O CONSTRUIR

        La persona que logra penetrar en el corazón de otro ser,tiene antes sus manos el poder de construir o destruir,según lo que su propio espíritu le encomiende.Este privilegio trasciende positivamente  cuando tanto el portador de ese corazón, como el que se infiltra en él,promueven mutuamente la armonía del amor y del deseo de ofrecerse ampliamente sin los pormenores de las cortapisas personales,de los prejuicios culturales y de otros demonios circundantes que ciñen nuestros deseos y buenas intencionesNo obstante,existe siempre la posibilidad de generar un sentimiento de contextura distinta y, de hecho, hasta opuesta al amor.La existencia del opuesto,del sentimiento que degrada tanto al portador como al destinatario,y que como una fuerza con vida plena que la ignominía provoca y alimenta,no cesa de inquietar al de corazón manso.Asi,el amor y el odio,están presentes como dos fuerzas paralelas en las posibilidades,en las opciones a elegir;como dos avanzadas que se miran frente a frente pero que nunca se cruzan,desafiándose,ostentando cada cual su naturaleza sobrenatural.El Onmipresente y Omnisapiente Todopoderoso  provee con lo que necesario para el resguardo del honor y la preserva del amor.Del corazón alineado a sus preceptos divinos,salen las palabras de aliento y de consuelo para el afligído;de ahí las benevolencias,bondades y las indulgencias.Sin ese fuero de amor inconmesurable,deviene la maldad y la destrucción,y la generación de un espíritu que desalienta,maldice y corroe hasta lo inexpugnable de los corazones buenos.

Sunday, March 4, 2012

LO QUE VALES

        ¿Te has puesto a pensar en lo importante que eres? Más de las veces creemos que el valor  positivo de sí mismos cae en el vacío, y que no deja huella en nadie, excepto por lo negativo que pudiera ser para el otro. Esto es desafortunado, porque la realidad es que tu vales mucho, incluso más de lo que imaginas. Yo acuerdo en que validarse trae connsigo una serie de traumas personales que dan al traste con el crecimiento personal. No estamos acostumbrados a vernos las cosas buenas y positivas. Por eso, antes de cualquier intento de cambio, debemos de sostener un enfoque positivo de nosotros y expresarlo abiertamente a los demás, especialmente con los que mantenemos un contacto más o menos estrecho. Puede ser la propia familia, los amigos cercanos e inclusive su novio o novia. Mantener un enfoque netamente positivo acerca de nosotros es ciertamente desafiante. Una de las cosas que lo sabotean es el prejuicio de que alguién más debe decir lo bueno de ti, porque si lo dices tu mismo, entonces, para mucha gente eres un pedante y engreído. Significa que muchos de nosotros estamos negados a reconocernos en el lado de nuestras virtudes y capacidades. Y sin embargo, aceptamos toda clase de ideas que nos subestiman, y ¿sabes de parte de quién? pues principalmente de nosotros mismos. Haga una mini encuesta entre sus amigos y pregúnteles sobre los defectos de elloos mismos. Luego dígales que hablen acerca de sus virtudes. Notará usted que para subajarnos no hay peores verdugos que nosotros mismos. En cambio, a la hora de hablar bonito sobre nosotros, como que callamos y nos cuesta trabajo aventarnos flores. Que éste prejuicio cultural no te limite. Vales muchísimo y tienes que hacerlo patente en tus relaciones. De nueva cuenta, trata de mostrarte con tus cualidades y con tus defectos, pero sopesa que estos últimos no rebasen a los primeros, y mantente positivo ante todo. Y recuerda, Dios te ama. No lo olvides.