Friday, July 30, 2021

LAS COSAS POR LAS QUE UN HOMBRE SE ENAMORA DE UNA MUJER




ACITUDES EN UNA DAMA QUE CAPTURAN LA ATENCIÓN DE LOS HOMBRES
 Existe un mito entre las mujeres de que los hombres no se enamoran facilmente, y de que cuando eso llega a ocurrir el sentimiento de ellos es endeble, superficial y poco resistente, y hasta posiblemente sospechoso en su autenticidad. De hecho, algunas mujeres tienen la idea que los hombres jamás se enamoran del todo, y de que raramente se dan sin reserva en la relación con una mujer. Sin embargo, creo que en la realidad un hombre se enamora perdidamente por una mujer, en especial cuando ciertos elementos prevalecen y que son parte de su expectativa y gusto personal. Hay una serie de factores que influyen ciertamente al primer contacto y que son determinantes en la primera impresión que un hombre se forma de la mujer, aunque no sean elementos definitivos y altamente determinantes para su enamoramiento. No obstante, existen otra clase de aspectos en una mujer que se vuelven el foco de atención de todo hombre y que no fallan a la hora de entablar una relación emocional más profunda e íntima en lo respecta a la fascinación y enganche de un hombre por el sexo opuesto. Ahora permítame contarle que es aquello en las mujeres que enloquecen y enamoran a los hombres, y que de pronto pudieran volverse la serie de cosas que existen en ellas, y que, relativamente, a dichos hombres los mantengan unidos con verdadero amor y cariño, aportándoles la certeza de sentirse correspondidos y amados de igual manera o más de lo que sienten por ellas.

LA PRIMERA IMPRESIÓN
    Categóricamente no podríamos negar el poder y el efecto de la primera impresión cuando un hombre conoce a una mujer y viceversa, sin embargo sustancialmente no estamos muy seguros de su repercusión sobre una relación para toda la vida. Por sí solo, el primer contacto es justamente una buena o mala impresión que un hombre se forma a partir de elementos objetivos en la mujer, pero también de aspectos meramente subjetivos que el hombre se prefigura por razones personales y culturales, arribando a conclusiones en torno al valor de la mujer como tal, lo que le permite tomar decisiones de alejarse o de buscar un acercamiento serio, o bien de pretenderla solo para distraerse y tener diversión si acaso la mujer lo permite. La llamada química que se establece de uno hacia otro no es otra cosa que la mezcla de las expectativas de lo que un hombre o mujer tiene del sexo opuesto, la prescencia de ciertos rasgos físicos de su preferencia, la idealización del otro y la necesidad de sentir amor en su corazón.
    Lo primero que un hombre detecta en una dama, y se lo digo honestamente como hombre que soy, es su figura, es decir, su cuerpo y cara. Si usted le pregunta a un hombre sobre lo anterior y le responde que él “no es de esos hombres mirones”, le aseguro que miente. El hombre es por naturaleza fisgón en torno al asunto de apreciar la estética de las mujeres. Su tendencia es mirar el cuerpo entero de la dama, para después enfocarse en la relación propiamente dicha, es decir en el diálogo de las cosas que parecen interesar más a las chicas, pero que de primera impresión el hombre no le da la importancia debida. Aquí es muy importante saber que los varones prefieren a las mujeres discretas en su forma de vestir (en especial si lo que se está buscando es una relación seria o formal), en la forma de coquetear y en la dulzura que emane de ellas en el primer contacto. Una mujer dulce y sonriente es siempre una garantía de seguridad de que un hombre estará allí para pretenderla. Ahora bien, si estamos hablando de una sonrisa fingida y muy expansiva de modo que lo falso se nota claramente desde el tono y la intensidad, eso se convierte en un patrón repetitivo que los hombres han visto de más en muchas chicas, y de lo cual  no quieren volver a saber, pues ya están hartos de ello. No se trata de pretender ser otra mujer que no eres ni siquiera la décima parte tan solo por querer impresionar al hombre, pero una buena actitud y deseos de entablar una relación, sin que se te note el apuro por lograr acercar a ese chico, es al menos una garantía de que eres auténtica, y eso es algo que los hombres aman de una mujer y que nunca dejan de agradecer.
    Otra cosa importante, en el primer encuentro entre un hombre y una mujer, y que tiene impacto natural en la buena impresión del varón sobre ella, es el asunto de que si la dama es muy callada y reservada, o bien es una chica que tiene plática y sobrelleva muy bien la conversación. También existen mujeres  muy parlanchinas, es decir que nunca cesan de hablar. Creo que la mujer inteligente es aquella que sobrelleva una conversación prestando atención a lo que el hombre dice, pero también opinando de manera acertada y discutiendo los puntos de vista respecto del tema en cuestión, lo que demuestra el interés de ella por el encuentro y su habilidad para adaptarse a las circunstancias. Una mujer callada es una mujer ABURRIDA, y muchos hombres no encuentran favorable una conversación unilateral en la que la chica solamente responde con monosílabos y movimientos de cabeza, y en ocasiones ni siquiera eso. Es cierto que el hombre es el que busca y persiste cuando una mujer le interesa, pero aquella dama que no sabe decir nada y cree que el varón tiene que responder hasta por lo que  piensa, es en verdad una situación que pocos hombres están dispuestos a asumir. Eso es ciertamente poco alentador y destroza toda motivación inicial. Una mujer callada rompe con el encanto, inclusive de su buen cuerpo y de su linda cara. Lo contrario se sitúa en la mujer que monopoliza toda conversación. Acaso un hombre pudiese sentir que el control de la relación está a cargo de la dama, lo cual no es reconfortante para cualquier masculino acostumbrado a tomar la batuta y la dirección en la mayoría de sus relaciones con los otros. Aunque de pronto hay hombres a los que les gusta que la mujer sostenga la iniciativa y sean ellas las que tomen el papel activo en la relación. Sin embargo, una mujer que habla demasiado se descubre a sí misma en su necesidad personal de ser escuchada y atendida y de su amplia incapacidad de escuchar a los otros. Un punto intermedio es algo más adaptativo y motivacional para cualquier hombre que entabla una conversación interpersonal, y no una mujer que requiera mayor atención de la que un hombre como tal puede darle. Quizás lo que esté necesitando es un psicólogo o un consejero que pueda escucharla largo y tendido, pero pretender que un hombre se acerque con interés, y su verdadera necesidad es que alguién le escuche, es como jugar un juego de azar, tirar los dados a la suerte y a ver que resulta, sin mayor certidumbre que la suerte misma.
Otro aspecto importante a considerar bajo la lupa del primer encuentro con un hombre es la facilidad con la que accedes a una cita posterior. Como mujer,  indudablemente, debes guardar cierto recato ante las peticiones rápidas del cortejador en turno. El hombre suele ser un tanto acelerado en ese aspecto, lo que muchas veces es malinterpretado como un atrevimiento poco sensato y fuera de contexto para una chica decente, la cual aspira ser conquistada de forma gradual y sin prisas, o por lo menos guardando las apariencias. Para un hombre urgido de una chica a quien amar y que le ame, las peticiones de salir al cine, bailar o asistir a encuentros con amigos en común puede ser normal; pero una chica que se da su lugar y manifiesta una dignidad de mujer casta y respetable no cede a la primera invitación, y eso es un punto a su favor. De verdad que a un hombre le fascina una mujer algo difícil, y muchas veces el hechizo se quiebra cuando ella muestra un “si” ante cada petición que aquel le suelta. No acaba de invitarla cuando ya respondió con una urgencia de mujer que siente que se le va el único tren en su vida si se niega ante la “maravillosa” oportunidad que se le pone enfrente. Pero eso puede ser un arma de doble filo porque hay hombres que no juzgan apropiadamente a las mujeres que acceden en forma tan rápida a cada insinuación.  Así que, personalmente te aconsejo a ti mujer que lees esta reflexión, que te des tu lugar en ese momento de debilidad y no creas que nunca más volverá a invitarte ese hombre. Mas al contrario, eso puede ser un aliciente para seguirte buscando y/o pretendiendo sin perder tu valor de mujer decente, y estarás, por el contrario, ganando terreno fértil para una amistad sincera y eventualmente una relación de noviazgo formal.
     
LOS ENCUENTROS POSTERIORES
    Si tu cuerpo no es precisamente una escultura hecha a la medida por Miguel Angel, no tengas la mayor preocupación porque si un masculino te busca después del primer encuentro es porque ya le gustáste, sea como fuere. Ahora, el paso siguiente es averiguar qué es lo que desea de ti. Pero por lo pronto, digamos que ya has superado la prueba inicial más importante. Debes saber que muchas mujeres se quedan en este primer paso, y a cada encuentro con un hombre manifiestan un temor grande de pasar desapercibidas y de no ser correspondidas en su interés de entablar una relación más allá de la simple amistad. Si estás en la necesidad de capturar a un chico y lo has motivado por medios ciertamente ventajosos, aunque también válidos, y con ese término me refiero al coqueteo abiertamente declarado, entonces tal vez ese chico te busque, pero su interés problablemente cambie de rumbo. No siempre que un hombre se acerca a una mujer es porque lleva buenas intenciones, pero si sabes de antemano de que tus coqueteos son evidentemente explícitos y, por supuesto, nada recatados, entonces no te quejes de lo que ese hombre comienze por buscar de ti, cuando no sea precisamente tu corazón y tus sentimientos. Tal vez está interesado en pasarla bien y tener un momento de diversión. Dado que lo has incitado con miradas y movimientos corporales que lo que hacen es despertar el deseo en un hombre más que el amor que pueda sentir en su corazón, quizás te lleves una sorpresa que no te gustará. Bueno, posiblemente te guste ese juego y, con la certeza de tus deseos, lo buscas deliberadamente sin recato ni prohibiciones de ninguna índole. Pero esa es otra competencia y motivo de una reflexión posterior. A hora bien, si ese hombre insiste en buscarte sin que hayas hecho mayor cosa que la de causar una impresión natural de tu persona, sin mayores complicaciones, o una buena impresión en base a los modales esperados por una linda chica en sociedad, o bien una combinación de ambas posturas, pero en la que se reflejen tus valores de respeto, educación y buenos modales al trato, y que algunas características de tu personalidad resalten tu ser, tales como la discresión, la amabilidad, la sonrisa natural, la ingenuidad real o el remanente que quede de ella, la dulzura de tu voz (sin aumentar el tono porque eso se vería ridículo) y el interés y la atención que pongas en el chico, que lo mires de frente y a los ojos, debes creer que ese hombre, con todo lo anterior, se está enganchando a tí por razones muy por encima de buscar una simple aventura, un pasatiempo. Es probable que lo que le interese de ti sea tu forma de ser, tu actitud y, por supuesto, tus encantos físicos. Muchas cosas ocurren al primer encuentro que posteriormente dejan de existir en las citas posteriores, y una de esas  cosas que debes prestar atención es en resaltar lo que ya posees y no colocarte rasgos de personalidad que no existen en ti por razón de que eso se volvería una carga difícil de sostener con el tiempo. Tendrás que ser tú misma pero en versión mejorada, que no inventada. Si mientes en tu forma de ser adoptando actitudes que no te pertenecen ni te vienen, tarde que temprano tu personalidad las delatará y mostrarás lo que en verdad eres por dentro. Si deseas construir un mundo aparente, adelante pues pero algún día se derrumbará como un castillo de naipes precisamente por la falta de cimientos.
    Es importante, en los encuentros subsecuentes, que como mujer te des la oportunidad de conocerle (al chico) y no solo de ser como la materia de investigación a la que hay que conocer y escudriñar, preguntar, analizar, etc., etc., etc. En realidad debes tomar la delantera en ese importante aspecto que muchas mujeres soslayan. Si estas saliendo con un chico es porque te sientes bien con él y por lo menos te distraes. Entonces cabe la posibilidad, y es válido, de que tú seas una parte activa de la interacción y no sólo como una rosa a la que hay que deshojar para conocerle por dentro. Si persistes en la pasividad es posible que termines por aburrir a tu cortejador y éste retire de la arena del amor. La parte crucial en una mujer es que debe esperar a que el varón la llame, la cite, le pregunte si quiere salir con él, la invite al cine, a cenar, etc. Es innegable hoy en día que la mujer toma ventaja de una liberación mal entendida en la que se apareja al hombre o pretende ser su igual, pero aunque para Dios todos somos iguales, en la cultura que nos ha tocado vivir, las reglas son distintas para uno y para otro. No estoy de acuerdo en esta reglamentación desigual, pero la cultura y la sociedad es algo que ni usted ni yo hemos inventado, nacimos y vivimos en ella y debemos seguir sus reglas para la buena y “armónica” convivencia. Y es por eso que señalo que un hombre tiene la iniciativa en ese aspecto  de invitar a nuevos encuentros, pero la mujer tiene otras ventajas bajo las cuales el hombre poco o nada tiene que hacer. Una dama que trasgrede reglas culturales inmiscuídas en las relaciones interpersonales, que quiere ser ella sin importar las reglas de la cultura y denota una mentalidad “muy abierta” a los temas relativos al sexo, al aborto, entre otros, es una mujer que despierta la sospecha en los hombres de que algo no marcha bien en ella. Antes de averiguar lo que sucede, se retira sin proferir palabra alguna. Como dicen “cada quien es como es” y ante eso que le vamos hacer. Mejor ofrécete la oportunidad de ser una mujer que se de a respetar, que enarboles el valor de la dignidad, y que demuestres al hombre que te pretende que crees en el matrimonio, en la familia y que posees al alto valor de la virginidad y/o, en su defecto, de la castidad y en otros valores acuñados en tu familia y en ti misma.
    Una pregunta que todo hombre se hace acerca de la mujer a la que acecha es ¿se habrá acostado antes con algún chico?  O por lo menos, si ha tenido novio en el pasado ¿se habrá dejado manosear por él?  Por supuesto que nunca te lo preguntará, pero tratará de averiguarlo por otros medios a su alcance según su situación psicológica de seguridad y estabilidad emocional. Tal vez le baste conocerte si es un chico prudente y racional. Con solo saber de ti y platicar unas cuantas veces un hombre racional y de inteligencia promedio puede advertir de la falsedad de una mujer o de su honestidad y autenticidad. Ello puede ser el punto de partida para entablar una relación de confianza y seguridad tan necesarias para que un hombre persista en la relación contigo. Si hay un resquicio de desconfianza, si algo le atora su corazón y su juicio le dicta que algo no está bien, su desconfianza se incrementará y se volverá cauto contigo. Eso quizás sea el principio del fin de esa relación. Igual puede ser una perspicacia neurótica del chico por ser alguién que no maneja bien la seguridad interior; igual puede ser que la chica sea una de aquellas de precio barato y de corazón purulento segregando un pasado y un presente infecto. En cualquier caso, el futuro de esa relación sería un rotundo fracaso, con toda seguridad
    Por otro lado, es menester que sepas que nunca debes mostrar una apariencia que se aleje mucho de tu forma de ser. Es decir, no mientas sobre tu propia persona ni te engañes a ti misma. Pretender ser otra mujer distinta de lo que eres se nota a primera vista. Ni es aconsejable, ni válido, ni sano hacerlo. Eso no es nada bueno para una relación. El buen hombre aprecia el que te muestres tal como eres, por supuesto colocándole un “bonito moño” para que te veas linda, pero no “cambiándole el regalo” porque no se trata de eso. Dice un dicho que “si siempre dices la verdad, nunca tendrás que recordar lo que dijiste” Asi mismo, si te portas de una manera que sea la tuya, las próximas ocasiones no tienes que recordar de qué forma te comportáste la última vez que te citaste con el chico. Recuerdo a un amigo que me decía que una mujer, a la que recién había conocido en una fiesta, le había platicado de su pasado en esa noche que la conoció. Después de un tiempo, en un encuentro posterior entre ambos, la misma chica le daba una versión distinta sobre su vida pasada que no concordaba con lo dicho antes, ¡qué bochorno! Si te ha pasado algo parecido, debes poner especial cuidado en ello. No hay ninguna ventaja en mentir, antes bien con el tiempo se pueden revertir las circunstancias y puedes sufrir mucho con esa careta. Las mujeres que fingen más allá de lo que son se ven ciertamente como esperpentos, escasas de recursos psicológicos, exiguas, rículas en una palabra. Vale mas no insistir en métodos que de pronto solo traen ganancias efímeras y a corto plazo, pero que generan problemas de relación garantizados a largo plazo.

LA MUJER CON UN PASADO
    De particular importancia es saber cómo se comporta la mujer que entabla una nueva relación, pero una relación seria y formal con vísperas a formar algo más sólido y duradero, por supuesto buscando el amor de un hombre que se convierta en su pareja, cónyuge o en el esposo tan deseado por muchos años y desde siempre, siendo que dicha mujer ha vivido, ya sea un pasado de quebrantamiento amoroso, ruptura matrimonial, excesos en sus relaciones previas, noviazgos tormentosos, embarazo durante la adolescencia, promiscuidad sexual o incluso una combinación de dos o tres de estas condicionantes y otras no menos indecorosas que no alcanzo a enlistar aqui. Podría resultarle un tanto complicado a una mujer ese cúmulo de situaciones previas cuando la intención es llevar la mejor carta de presentación ante un nuevo desafío amoroso, y me refiero como un desafío debido a la carga del pasado que gira en oposición al establecimiento de una confianza plena dentro de una nueva relación de pareja. La mujer con un pasado tal que le haga sentir culpa y verguenza tiene ante sí un problema que resolver consigo misma antes de aspirar a la iniciación de una nueva y distinta relación de amor con un hombre que la quiera de verdad, que la comprenda sin juzgarla por muy difícil que haya sido lo vivido antes. La mujer debe mantener, ante todo, la dignidad muy en alto. Este valor humano no tiene precio y nada ni nadie puede destruirla, de modo que ante cualquier situación ese amor propio, pundonor y honra deben ir por delante. Cuando renaces con una nueva actitud dejando atrás a la mujer de antes y renovándote cada día en el Señor aceptando tus propias fallas y asumiendo la responsabilidad de las consecuencias, en verdad tienes ante ti el mundo por delante, y no hay hombre que se resista a la honestidad y el valor de la mujer que se sobrepone a sus propios fantasmas psicológicos. Si te aceptas con todo ese pasado que te hace sentir mal y por el cual has experimentado gran arrepentimiento y que ha sido motivo para ser señalada por la sociedad y aún por tu propia familia, y recobras, ante todo, tu valor como persona a pesar de todo y sin que todo lo que hayas hecho te haga mella en el corazón, entonces tú representas una mujer de gran valor y orgullo, una mujer de lucha y tenacidad, una de esas mujeres por las que cualquier hombre se volvería loco. Eso enamora mucho a un hombre, sobre todo porque lo que proyectas es la capacidad de sobreponerte a las circunstancias adversas y el logro de salir adelante con la frente en alto sin negar un pasado que te ha dolido en lo más profundo. Por el contrario, si tu pasado es motivo de ocultamiento y reservas en tu relación actual debido a que te averguenzas de lo que alguna vez fuíste o hiciste, es abvio que no has avanzado en la superación de tus ataduras. Mas bien creo que te has convertido en su rehén. Nunca he creído que un hombre se enamore de una mujer que, respecto de su pasado, mienta u oculte, que para el caso es lo mismo. Asi que si te encuentras en la construcción de una nueva relación procura usar materiales resistentes tales como la honestidad, el respeto, la aceptación de un pasado y la puesta en marcha de la dignidad. No sea que ante cualquier viento el edificio de tu relación se derrumbe dejando ver la debilidad de materiales tales como la mentira, la apariencia, el engaño, la vileza, las actitudes abyectas e indecorosas y, sobretodo, la falta de respeto a tí misma.

    Ahora bien, ¿cómo dejar de ser lo que se es, si el pasado no puede borrarse? Cierto, el pasado no puede ni nunca podrá borrarse de tu mente. Entonces, lo que te queda por hacer es librar una batalla para debilitar sus efectos sobre ti. Es complicado reconocer los errores propios, pero la única forma de resolver un conflicto es hacerle frente, encararlo con valor e inteligencia, pero sobre todo con la entereza de que nunca podrás borrarlos de tu mente y con el entusiasmo positivo de que te querrás tal cual como eres sin quitarle ni ponerle nada. ¿Lo harás sola? Bueno, puedes intentarlo, pero mi sugerencia y deseo personal es que te apoyes en el Señor para que te ayude a sobrellevar las cargas del pasado depositándoselas justamente a Él, y justamente porque tus fuerzas han menguado por tanto esfuerzo y no has podido finiquitar este asunto. Tan solo mira hacia atrás en el tiempo y respóndete tú misma si has podido resolver tus flaquezas al respecto. Si respondes afirmativamente pues te felicito. Pero sino es asi, pues ahí está el Señor para que se haga cargo de lo que no has podido lograr para superar tus alienantes cadenas.Tan simple como tener fe en Él y pronto notarás la manera tan especial como trabaja en nuestras vidas cuando lo dejamos entrar. Entonces te aseguro que antes de que  “cante un gallo”  darás testimonio acerca de lo maravilloso de su obra en tu propia vida.
    Muchas mujeres con un pasado que la sociedad y la propia familia estigmatiza de forma negativa, actúan de forma muy especial ante una nueva relación en sus vidas. Es como si estuviesen pidiendo sobras de amor, como si el pretendiente fuese el único en el mundo. El comportamiento de tales mujeres suele tener una actitud más abierta a la vida y suele reflejar un decaimiento de valores en su relaciones de noviazgo. Están más abiertas al sexo antes del matrimonio, de hecho la mujer con un pasado contiene cierta reserva hacia el sacramento matrimonial considerándolo no escencial en sus vidas. Esta variable pudiese tener como lectura la decaída autoestima, debido precisamente al sentimiento de rechazo de quienes se constituyen como su familia y, también, a la autocondenación por la gran culpa de las decisiones equivocadas en el pasado. Puede sentir que por lo que ya vivió no se merece el trato de una dama tal cual como otras lo reciben. La diferencia es que ella siente que su pasado la atosiga y la hace no merecedora de un trato de respeto y admiración como cualquier otra dama. Las damas con una mala estigma se perciben como indignas de que un buen hombre se enamore de ellas, y por tanto se conforman con cualquiera que les toca el claxon sin que se digne bajarse del automóvil para recibirlas en la puerta de la casa. Tienen mayor inclinación al sexo fuera del compromiso porque quizás ya perdieron su virginidad antes, y se les hace muy fácil acceder a las peticiones del chico de irse juntos a la cama porque quizás con ello lograran atraparlo, cautivarlo, embelezarlo. Ni un resquicio de mantenerse casta pues son mujeres que ya pasaron por las relaciones de “manita sudada” y eso ya no es para ellas, ni para que engañarse, ya conocieron el mundo y nadie les creería de su recatamiento si lo intentan, ni siquiera ellas mismas. Eso sería como un autoengaño, pues por dentro solo ellas saben de lo que han sido capaces. Imaginan que esa actitud abierta enamorará a ese hombre al que se entregan con tanta facilidad y en tiempo record. Nunca es bueno decir que algo ocurrirá, ni mucho menos asegurarlo pues en las relaciones interpersonales no existen principios que den certeza de que algo pasará, pero en cambio existen las probabilidades, y en eso quisiera remarcar que la probabilidad de que un hombre se enamore de una mujer que se va a la cama antes de un compromiso matrimonial y en tiempo record después de conocerlo, es ciertamente una probabilidad baja. En cambio, el otro lado de la moneda, si eres una mujer que se da su lugar no obstante el pasado, y no caes en la famosa prueba de amor que los hombres en general solicitan de una mujer, es mas probable que a ese hombre comienzes por fascinarle y a volverle loco por ti. Muchas cosas dependen de ti como mujer. Solo basta recobrar tu dignidad y hacerte valer como la gran mujer que eres. Ningún pasado puede ser mas fuerte que tú, ni tampoco debes dejarte vencer por el estigma impuesto por una sociedad que no todo lo que dicta es lo correcto, por supuesto.

CONCLUSIONES
    Hay una cantidad considerable de información relativa a las relaciones de noviazgo entre un hombre y una mujer. Sin embargo, y pese a ello, no hay una serie de reglas que nos indiquen cuales son los rasgos en una mujer por las cuales un hombre se enamora. Por supuesto que lo expresado en esta breve reflexión solamente manifiesta ciertos elementos aproximativos que pudiesen servir de ayuda para entender como los sentimientos de un hombre se inclinan por algunas características observadas en las mujeres. En la realidad, hombres y mujeres se unen por muchos motivos y por una cantidad de razones tan distintas que sería muy complicado enumerarlas y dar cuenta de ellas en este espacio. Mas sin embargo, lo que si podemos afirmar es que hay una serie de factores presentes en la mujer que se asocian al interés o desinterés que un hombre experimenta por ella. Los valores de respeto, decencia, dignidad, mantenimiento y valoración de la virginidad, la castidad, la honestidad, el trato amable y sincero de una mujer hacia un hombre, la dulzura de sus actos y expresiones verbales son tan solo algunos que se rescatan de una lista aún mayor. En cierta forma, la mujer posee la llave de entrada para que un hombre ingrese en su vida y se convierta en por lo menos un amigo. Ciertamente de ellas depende el que los hombres moderen su comportamiento, se dirigan en la forma correcta y mantengan los requisitos en la  forma como ellas lo requieran y exigan del hombre que, probablemente esté designado para toda su vida. De ese modo muchos hombres se quedarán en la periferia y no harán perder el tiempo a nadie y ni lo perderán ellos mismos. No importa el pasado de cada persona si lo que se recupera es su valoración como tal  y la exigencia del respeto como principio de toda relación y la preservación de su dignidad.Toda mujer sabe lo que tiene reservado para el hombre, y además de ello conoce muy bien las formas para atraer al sexo masculino, empero es de sobra conocido que las formas definen la relación, y si utilizas aquellas en las que solo reflejas tu desesperación y soledad, entonces debes atenerte a las consecuencias de lo que un hombre interprete de tus actos y pretensiones. Si bien tu pasado no es para vanagloriarse, recuerda que siempre es tiempo de recuperarse y mantener la frente en alto como una gran mujer. No dejes que el pasado difícil defina tus actos presentes. Revierte esa situación y capitaliza el valor que Dios te da como mujer y como ser humano. Vales mucho y como tal mereces lo mejor porque para Dios todos somos merecedores de ser amados y de amar profundamente a una persona para toda la vida, por el tiempo que nos regale aquí en la tierra.
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4 comments:

  1. El artículo está interesante pero no da cabida al caso de la mujer divorciada y con hijos que quiere rehacer su vida

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    1. Gacias por el comentario. Trataré de ajustar esta reflexión en torno a la exigencia de una mujer divorciada y con hijos. De nueva cuenta, muchas gracias.

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  2. Me llamo Hidago Daniel. Prometí contarles a los demás el maravilloso trabajo de él que me trajo a mi ex novia. Él es DR.WEALTHY, que es un médico hechizo y pudo traer de vuelta a mi ex. Mi ex me dejó el mismo día que conoció a su amiga en mi lugar, de lo cual, sin saberlo, no tuve nada que ver con ella. Ella se enfureció al ver a su amiga y yo estaba confundida si inicialmente estaba enojada con ella. Días a semanas y semanas a meses, mi ex novia no me habló una palabra cuando se fue. ¿Qué iba a hacer yo? Así fue como contacté al DR.WEALTHY en Internet, quien luego de algunos procedimientos y avances, trajo a mi ex. Las palabras no son suficientes para expresar mis sentimientos y lo que DR.WEALTHY ha hecho por mí. Realmente levantó una carga pesada de mi pecho. Para todos los que están por ahí, por favor no piensen que su situación es demasiado primitiva o difícil y complicada para que nadie la entienda. Póngase en contacto con DR.WEALTHY y encuentre alegría una vez más, contáctelo; wealthylovespell@gmail.com también hablas con él en +2348105150446

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