Saturday, January 28, 2012

EL DERECHO DE CRECER

            La idea de todos los que tenemos hijos es  que, cuando éstos crezcan se conviertan en personas de bien en la sociedad, en la familia y consigo mísmos, y esa es una idea prácticamente cierta. En efecto, los padres mostramos un interés y una preocupación natural por nuestros hijos desde que nacen y por siempre. Aunque no siempre nuestros deseos se cristalizan en buenos actos en la educación, de manera tal que la enseñanza en el hogar muchas veces dista mucho de las intenciones originales. De ese modo, y desafortunadamente, nuestros hijos no cumplen las expectativas de adaptación, competitividad, autonomía y aplicación efectiva al medio social, laboral y en general a los ambientes cada vez más ásperos, exigentes y definitivamente más desafiantes. Veamos de que trata esta pequeña reflexión que yo denomino "el derecho de crecer" 
            Cuándo nacemos, permanecemos ligados por un tiempo importante a nuestra madre biológica, aunque no siempre esto es así debido a que muchas madres, o mueren en el acto del nacimiento del bebé o abandonan al vástago a su suerte. Lo que ocurre posteriormente con los bebés sin una madre, por la razón que fuere, es un trauma originario que lo imposibilita para ajustarse de manera normal a su medio y a las personas que le rodean. Y esto es solamente un factor entre muchas otras cosas más que ocurren después del nacimiento. Afortunadamente, estos son los casos mínimos, y la mayoría hemos disfrutado de nuestra madre cerca de nosotros, y de la ligazón natural que se produce entre ambos en forma mágica. A todos los seres humanos tal circunstancia en la vida nos proporciona la seguridad necesaria en la vida futura, y establece las bases para el logro de la autonomía e independencia que a cierta edad se vuelven elementos para crecer psicológicamente, y para adaptarnos al contexto, con la capacidad de hacerlo cada vez que ese mismo ambiente que nos rodea cambie, inclusive ante aquellos cambios verdaderamente drásticos.
            Cuando arribamos a la vida de adolescente, mucho de lo que aconteció en la etapa temprana de la niñez, de cuando nuestra madre nos acogió, nos arropó con su amor incondicional, viene a repercutir en nuestras relaciones con las demás personas. Observe bien que importante es esto último. El o la jóven adolescente, de pronto irrumpe en la sociedad, luego se retrae. Es el juego de ser "grande" o de permanecer como "niño". Es la lucha por conquistar el mundo y de convencer a todos de que ha crecido y que ya lo sabe todo. Pero también el jóven necesita de su condición de niño para satisfacer mucho de lo que aún le pertenece como muchacho que aún es. Recuerde que el adolescente, ni es adulto ni es niño. Se le ubica en un estado de "transición", no un " impasse ", por que en realidad esta etapa de la vida le proporciona al ser humano un aprendizaje enriquecedor para la vida adulta. Visto como una causa, la adolescencia es un disparador de destrezas y habilidades. Es el espacio que el jóven tiene para regocigarse como niño y como adulto. Es la etapa de experimentar en un campo nuevo en la vida, de nuevos derechos, pero tambien de nuevas responsabilidades que asumir. Entonces, los muchachos se encuentran entre la disyuntiva de crecer ó de no hacerlo; de hundirse o de flotar. En este punto, la adolescencia conceptuada como consecuencia de lo que la persona ha experimentado desde su etapa de los primeros años de vida, es una verdadera calamidad para muchos muchachos, y de seguro para sus padres. Los jóvenes que no logran adaptarse al medio, y que encuentran dificultades en forma sistemática y continuada en esta etapa de la juventud, es posible que estén mostrando, ya sea un déficit en la expresión de amor durante su primera infancia o bien un exceso de ese amor que se ha prolongado hasta su juventud, ahogando al jóven y robándole las posibilidades de ser él mísmo. Aquí el muchacho es donde experimenta verdadera dificultad y desasosiego, y no sabe que hacer. Se frusta y se deprime; se desvaloriza como ser humano y se siente inadecuado consigo mísmo y para los demás. Es verdaderamente un sentimiento producto de algo más profundo en la vida anímica e inconsciente del ser. Es cierto que la etapa de la adolescencia tiene dificultades y  turbulencias. Seguro que usted se acuerda de lo que le pasó siendo joven. Pero cuando los problemas de adaptación  coexisten, inclusive antes de esta etapa, y que arribando a ella la vida del jóven se transforma y se intensifíca negativamente, y en consecuencia la de su familia, y que esa es la constante de todos los días, sin dar muestras de crecimiento, de una verdadera asunción de las responsabilidades, entonces estamos hablando de que el jóven ha sido víctima de una enseñanza inapropiada que proviene de su primera infancia, y que deviene con el paso de los años menoscabando su salud mental. En cierta forma los padres son responsables de una situación así. No siempre ocurre abruptamente el paso de la niñez a la adolescencia. Muchas veces pasa inadvertido, no obstante el jóven se muestra falto de un buen sentimiento de sí. Es decir, su autoestima está en declive y el sentimiento de inadecuación prospera, y los padres parecen no darse cuenta de ello. La pasividad del o de la jóven los mantiene tranquilos, pero no imaginan lo que lleva dentro, el infierno que vive y que lo oprime cada día sin encontrar la puerta. Mal que bien, pasamos a la vida adulta y solo nosotros sabemos de nuestras debilidades, carencias y del basurero que, como Pípilas modernos, nos ajustamos a nuestras espaldas para protegernos del ataque de los demás, y hasta del nuestro. Inaguramos nuestra personalidad como adultos y resaltamos lo que nos gusta de nosotros. Somos ante los demás un dechado de virtudes. Cuando de pronto nos miramos al espejo con los ojos del alma, nos aborrecemos y abandonamos esa práctica de vernos hacia adentro por que nos dañamos al no aceptarnos; somos susceptibles de lo que advertimos dentro de sí mismos, pero lo dejamos guardadito en el fondo de la mente para que no nos lastime. Sin embargo, como lo mencioné antes, para los demás somos la otra cara, la que deseamos que otros vean y alaben; la cara del vacío, la inexistente, la que habla del no tú, de aquel ser que no vive, sino que muere lentamente, o que a lo mejor ya esta muerto y no te atreves a encarar; la que habla de aquel ser idealizado por todos y deseado por ti, por que sin ello tu ser se desvanece, se constriñe, se achica, se mengua. Así vamos dando tumbos por la vida con tribulaciones y quebrantos. En el momento que se nos exige, volteamos a ver a nuestros padres en señal de auxilio. A la mínima señal de autonomía, nos inundamos de miedo por que no se nos ha enseñado a ser independientes. Todo se nos ha arreglado en la vida de tal suerte que nuestros miedos son tan grandes que tenemos una incapacidad de hacer frente a la vida y encararla con agallas. Nuestros padres han violado nuestra necesidad psicológica de ser autónomos y de valernos por si mísmos. De modo que usted, ya de adulto muchas veces no sabe como lidiar con ello, pero sobre todo no sabe como justificarse, y la censura de los que le rodean le importa sobremanera. Una consecuencia es de que se retrae y busca acomodo donde no lo confronten y con quienes le apapachen su problemática. Eso lo reconforta de momento, pero no le permite crecer. Quizás no se da cuenta, pero le han robado el derecho de crecer, y aquí el ladrón no es alguién fuera de casa. Los verdaderos cacos son sus padres que por motivos personales y, seguramente por ignorancia, le privaron de la oportunidad única e irrepetible de ser auténticamente autónomo. Me refiero a la autonomía mental; aquella que se logra en forma natural al principio de la vida con los amores y cuidados maternos, abrazándolos para después dejarlos ir, no para quedárselos por siempre como seres sin una vida propia.
            Finalmente, si eres un padre y estás en esa situación y lo que estás leyendo te hace sentir culpable, aún posees la capacidad de lograr grandes cosas en tus hijos, especialmente con aquel al que te mantienes atado y que igual se anuda a ti. Hay opciones de crecer como padres y de hacerlos crecer como hijos, no obstante la edad que tengan. Mientras haya vida habrá esperanza. Crea las condiciones para que tu hijo(a) logre las cosas por meritos propios, y los éxitos iniciales le ayudarán a desprenderse y valerse a sí mismo. Desde luego, tendrás que aprender a separarte y dejarlo ser. Tiene derecho a equivocarse y a cometer errores garrafales. Después de todo, los humanos tendemos a equivocarnos muy a menudo. Otra acción conjunta es el diálogo. Platique con su hijo(a) acerca de lo que piensa y déjelo(a) expresarse. Concientizar puede producir cambios positivos inesperados. Recuerda que si como padre fallaste  en favorecer una vida de crecimiento psicológicamente sano para el o ella, ahora es el momento de actuar, de recuperar lo perdido. Deja que el sentimiento de culpa se aleje. No te permitas vejar por ella. Después de todo, lo que hiciste con tus hijos lo hiciste pensando por el bienestar de ellos. Los errores son parte de nuestra naturaleza y todos los padres de familia los cometemos. No es hora de pensar. Es hora de actuar.
           

Sunday, January 22, 2012

LA PRUEBA DEL AMOR

UN ASUNTO DE DOS        

 ¿Sabe usted del problema de la sobrepoblación mundial?  ¿Sabía usted que la tasa de natalidad es mayor a la de decesos? A propósito de nacimientos en el mundo, ¿Está usted conciente de que muchos de los embarazos se dan entre jóvenes adolescentes?  Peor aún, ¿Está enterado de que gran parte de los bebés que nacen de ésta población joven son " bebés no deseados "? Y ya para rematar tristemente, ¿Se imagina usted cuántos embarazos de entre los jóvenes son producto de la siguiente frase "dáme una prueba de amor"?  Si eres una persona jóven adolescente o jóven adulta con verdadero sentido común, y una clase de sensibilidad especial en torno a temas importantes como el amor y la relaciones con los demás, estoy totalmente seguro que te  interesará lo siguiente. Asi mismo, si eres una persona en edad media ó avanzada y ya has pasado la etapa de los hijos ó estas en ella, creo que encontrarás algo importante,quizás no para ti, pero sí para los que amas; para aquellos que apenas empiezan su caminar por esta vida y por los que mucho tienes que extender una enseñanza y una hermosa y fascinante lección de amor. Creo firmemente que nuestros muchachos y jovencitas necesitan cada vez más de nosotros los adultos, de nuestras experiencias y lecciones aprendidas a través del tiempo. Pero examinemos un poco alrededor de eso que llaman la "prueba de amor".
        La juventud de hoy creo que no difiere mucho de la de hace veinte o treinta años en muchos sentidos. Los jóvenes son protagonistas en prácticamente todos los ámbitos de la vida social, y hace tres décadas los muchachos y muchachas de todos los estratos socio-económicos, de igual manera mostraban una participación generalizada en la sociedad; buscaban estar presentes  en las decisiones políticas y económicas en su contexto inmediato. En el afán de conseguir logros y tener una penetración importante, los jóvenes han ido más allá trascendiendo barreras culturales y toda clase de obstáculos. En cierto sentido, existen más puntos comunes que discordantes entre la juventud de los ochentas, en relación a la juventud de nuestros días.
        Otro de esos puntos a los que me quiero referir, y en el que los jóvenes de varias generaciones tienen en común, es el tema de las relaciones heterosexuales y el noviazgo. Escencialmente, contra lo que se dice, las relaciones de amistad y noviazgo en la sociedad occidental no ha variado mucho. Es posible que las formas muestren otra cara diferente, aunque eso tal vez sea un cambio en apariencia, ya que los esquemas y paradigmas sociales siguen siendo los mismos. El hombre busca activamente a una mujer, y ésta mantiene un papel relativamente pasivo; en espera de que el hombre se decida. Esto es producto de una estructura cultural machista que llevamos consigo generacionalmente y que nuestros antepasados nos han heredado en el marco de la sociedad que lo instituye, además de una familia que lo refrenda con su apoyo. En tales circunstancias, es viable pensar que la educación sexual que nuestros jóvenes han recibido no ha estado exenta de falacias de modo que se le haya convertido en un tema tabú. Hay que reconocer que los avances en la Sociología y  Psicología son sorprendentes en materia de educación, familia e individuo. Muy a pesar de ello, nuestra sociedad ha encontrado muchas barreras para superar los prejuicios que por años hemos padecido en materia de educación sexual y de la igualdad de género en nuestra cultura.
        En el marco de una educación con prejuicios culturales, es dable pensar en un estancamiento de los papeles y de los roles dados a las personas según su género. La inflexibilidad de los esquemas de comportamiento en los papeles designados al rol femenino y al masculino produce inmovilidad y ausencia de crecimiento de nuestros jóvenes en la sociedad. Tapizados por el impacto de una generación moderna aparentemente abierta a temas como la sexualidad por un lado, y por otro la presión de los modelos aprendidos en el hogar de aquellos padres que no aprendieron un concepto diferente, tienden a causar disonancia y confusión. Uno se pregunta si nuestra juventud está realmente abierta a una educación sexual libre de prejuicios cuando lo que se la ha dicho y lo que se le ha mostrado en la educación parental ha sido formulada en franca oposición a lo que la documentación científica afirma. En algunos casos ambas posiciones se contraponen en la realidad, y la gente joven tiene preguntas al respecto y busca las respuestas en todos lados, menos en el hogar que es donde se supone debieran encontrar el apoyo, conocimiento y comprensión respecto a este tema tan sensible.
        El noviazgo es un tema central en la etapa de la adolescencia, y es tambien un asunto que los padres muchas veces no saben como manejar. Inclusive, existen diversas y muy variadas concepciones de como debiera llevarse el asunto del noviazgo con los hijos; si es algo permitido hasta cierta edad, o bien si la familia esta abierta al tema y los hijos tienen libertad de asumir al noviazgo en edades comprendidas de los 13 a los 17 anos sin mayores complicaciones. Esta etapa de la vida es de hecho una de las mas complicadas, y lo es tanto para los jóvenes como para los padres. Existe un temor generalizado entre los padres de familia acerca del tema de los novios a temprana edad. El temor apunta a la posibilidad de que la jóven, en el caso de las niñas, se embarazen. Para el caso de los ninos, los padres tienen el temor de que los jóvenes interrumpan su vida de muchachos y adquieran un compromiso de adultos para el que nos están preparados. La prescencia de un bebé para quienes aún no están preparados en ningun aspecto de la vida para asumirlo es en realidad un problema embarazoso. Niños criando y educando niños no es un tema deseado en ningún sistema de familia, no obstante es una amarga realidad que nuestra sociedad y nuestras familias en general encaran y en muchos casos es algo que se repite de manera continua en un solo hogar, en un mismo hijo(a) o en los hermano(a)s. 
        Qué hacer para prevenir esta situación en la familia y entre nuestros hijos. Cuando el hecho no deseado se dá,no hay más que apoyar y buscar prevenir que ocurra en la misma persona ó en los hermanos. Pero cuando tienes hijos adolescentes y esa situación no se les ha presentado, tenemos que advertir a nuestros muchachos de las consecuencias de sus actos.¿Usted platica con sus hijos o hijas sobre ello? Si es así, es razonable que sus hijos tengan esclarecida la noción de lo que ocurre cuando un embarazo no deseado llega al hogar. La vida ya nunca es igual. Él o la joven se ven obligados, en cualesquier circunstancia, a cambiar sus perspectivas de vida futuras, sus metas y demás. Se ven obligados a hacer ajustes y arreglos en su incipiente vida, de modo que las tareas propias de un chico ó chica se ven afectadas enormemente. Él o la joven, sin serlo, se convierte en un adulto, pero más motivado por las obligaciones y las responsabilidades que conlleva la prescencia de un bebé en sus vidas que por cualquier otra cosa. Todo esto y muchas cosas más nuestros jovenes necesitan saber para estar preparados en las decisiones que sólo ellos tomarán en momentos especiales; en los momentos de presión; esos momentos en los que las emociones debilitan nuestras defensas. Solamente recuerde que las hormonas trabajan a un porcentaje superior a la inaplazable capacidad del sujeto de controlarlas. El diálogo y la confianza entre padres e hijos es un ingrediente fundamental para esos momentos en que los muchachos pierden el control y ceden a sus instintos y deseos sexuales.
        Todos hemos escuchado la frase "dáme una prueba de tu amor" o "si me quieres, entonces me lo demostrarás con una prueba de amor". Históricamente los hombres hemos sido afectados con estas tradicionales frases, que con palabras más o palabras menos redundan en lo mismo: la de la pretensión del muchacho de tener relaciones sexuales con la novia(y al mismo tiempo ofreciendo la idea falsamente difundida de que las muchachas nunca tienen ese deseo). Asi mismo, las mujeres han adoptado un papel más pasivo y de sumisión ante la sociedad, no así ante la familia. La mujer ha sabido agotar el papel de ofendida dejando al hombre como el agresor inicial y portador de la culpa por lo que le ocurre a ella (y realmente les ocurre a ambos). Todas esas cosas son, como dije, cosas del pasado, inclusive, un pasado no muy lejano. De hecho, aun en ciertas regiones se mantienen vigentes estos conceptos, y muchas personas son partidarias de que esa es la realidad de lo que acontece cuando una muchacha se embaraza: "un hombre se aprovecha de la bondad e ingenuidad de su dulce doncella". Quizás tengamos que reconsiderar nuestros propios prejuicios al respecto, y sobre todo el mal concepto que mantenemos cuando una muchachita se embaraza. Creo que por iguladad de condiciones la responsabilidad debe ser compartida entre el hombre y la mujer en la eventualidad de un embarazo inesperado. En verdad no hay razón suficiente y veraz para pensar que el varón se está aprovechando de las circunstancias. La mujer también es partícipe y, eventualmente, podríamos estar hablando de una errada decisión de ambos lados. La ignorancia, la desinformación y la falta de confianza en el hogar para abordar el citado tema con los hijos, mujeres y hombres, son tan sólo algunos de los disparadores socio-familiares asociados a embarazos juveniles fuera del matrimonio. Asi que los padres de familia deben encarar este problema de "la prueba de amor" entre los hijos en ambos sexos. Un buen diálogo nutrido de información libre de prejuicios podría ser un buen principio para frenar los deseos naturales que ocurren a temprana edad.La comunicación consistente y continua respecto del tema en cuestión, y de otros de importancia no menor, crea el antídoto contra todo aquello potencialmente dañino en lo que respecta a lo que ellos deciden hacer con su cuerpo.
        Es importante agregar que el noviazgo es un tema aparentemente sencillo. Muchos padres adolecen de la capacidad de dialogar con sus hijos en forma clara cuando de novios se trata. No lo hacen, y creo que muchos padres nunca lo hicieron cuando sus hijos fueron adolescentes, perdiéndose la oportunidad de conocer y disfrutar a sus hijos en un aspecto más íntimo y personal. Ademas, sus propios hijos no tuvieron esa oportunidad de disfrutar a sus padres, de tener confidentes en casa, los mejores amigos con quién compartir sus aventuras, sus aciertos y desaciertos, sus amores y desamores. Por ésta razón debemos asumir el noviazgo como un tema central en la vida de los jóvenes, y  asumirlos desde el lado de padres responsables, porque a nosotros los adultos nos corresponde también. Somos corresponsables de lo que nuestros hijos hagan y dejen de hacer. Si la frase "dame una prueba de amor" es, por decirlo de algún modo figurativamente, la variante asociada a un embarazo juvenil, entonces también eres copartícipe de este hecho por omisión o negligencia parental. La responsabilidad como padres va más allá que la de simples provedores materiales. Es tan solo el principio de una responsabilidad mayor que dura toda la vida, y de manera sustantiva la de amarlos mucho educándolos para la realidad que les espera a cada etapa de la vida.
        Finalmente, debemos ser cautos cuando de educación sexual se trata. Si sabemos que a "ellas" o a "ellos" algún día, con cierta probabilidad, se les pedirá "la prueba de amor", entonces nosotros debemos darles ya una lección de amor para que desde entonces nuestra(o) hija(o) esté cobijada(o),protegida(o) y alertada(o) de la realidad futura. Posteriormente, cuando se convierta en un o una adolescente estará prevenida(o) y sabrá como responder. No es una garantía con sello de por vida, pero te aseguro que funcionará en la mayoría de los casos. Si es el caso de "ellos", la posibilidad de solicitar una prueba de amor siempre está presente, asi que el peligro siempre es algo latente. En tal caso, comienza por darles una prueba de amor reflexionando acerca del tema de las relaciones sexuales y de sus consecuencias. Líbrate de prejuicios y hablales claro. No permitas que ningún obstáculo se atraviese en el camino.Prepara la información y la manera  según la edad del jóven. Recuerda: nunca es tarde, y como padre es una responsabilidad que te pertenece, es intransferible. Nadie más lo hará mejor que tú, y también debes saber que ese es un derecho que le corresponde a tú hijo. Consecuentemente, no desistas de tú responsabilidad, ni le quites el derecho a tú hijo de estar prevenido.
       

Monday, January 16, 2012

ESO QUE LLAMAN AMOR


La mayoria de las personas abordamos una serie de dudas cuando nos referimos al amor.Algunos ven en él un concepto verdaderamente teórico,subjetivo y sin referente en la conducta de las personas.Ciertos individuos son mas afortunados por que observan al amor como un sentimiento que se da entre la gente, en un contexto determinado.Otros más, no ven el amor,tampoco lo conjeturan ni lo suponen.Este privilegiado grupo de personas, lo viven y lo actuan en sus vidas,en sus relaciones con los demás,con sus padres,hijos,cónyuges,etc.Para esas personas,el amor es un hecho real,un elemento con existencia propia que da rumbo,felicidad y certeza a sus vidas.Usted se preguntará ¿Qué es realmente este sentimiento? ¿Está restringido a ciertas personas y prohibido a otras? ¿Para que nos sirve amar y que destino tiene en nuestras vidas? ¿Tiene verdadero sentido amar y ser amado? Algo muy transcendental que pudiera estarse cuestionando usted  es en cuanto al origen del amor.¿De dónde viene? ¿Quién ó qué lo ha creado? ¿Cual es su naturaleza y por qué se mantiene vivo? Dar respuesta a ello no es la intención de esta reflexión.Requeriría un análisis pormenorizado y un trabajo mucho mas extenso.Mucho se ha dicho que lo que rige la vida de las personas,de sus intenciones y propósitos,de sus sueños y fantasias y de sus relaciones significativas,es justamente este sentimiento.Pregúntese usted ahora mísmo y haga una lista de todas aquellas personas que, justo en la actualidad, usted quiere,y también aquellas a las que ha amado,con quienes ha mantenido una relación de cariño y confianza en su vida.No obstante que, en ciertas situaciones y circunstancias en las interaciones con los demás mantenemos un sentimiento de minusvalía en relación al amor,de desvalorización y hasta negación del mismo,inclusive del amor que sentimos en aquellas personas que son parte importante en nuestras vidas,la lista de las personas involucradas sentimentalmente en nuestras vidas es grande.La lista no miente,a menos que usted lo esté haciendo consigo mísmo.

El amor,es un sentimiento en su forma mas llana.Atraves de él,el ser humano forma vínculos importantes y desarrolla procesos de vida que le son propios a su naturaleza.También el amor, es una expresión de afectos  y emociones.Es decir,puede ser contemplado como un simple sustantivo,o ser contextuado en un verbo,con acción concreta y específica.Dejando de lado las concepciones que se tienen acerca de este sentimiento,lo que es un hecho es que,sin excepción,los seres humanos siempre estamos con el deseo,ya sea de amar,de ser amados,y muy a menudo de ambas cosas.A pesar de ello,este sentimiento tan especial que DIOS nos ha regalado, en ocasiones se ve afectado y su capacidad de reflejarse y de mostrarse natural y espontáneamente se reduce por razones diversas.Es cierto que somos un producto de lo que nuestro Señor Padre ha realizado,y por tanto somos una maravilla.Por la simple razón de que Papá DIOS nos creó,estamos cobijados con el manto del amor divino.No hay verdad mas grande que la anterior aseveración.Bajo este argumento,automáticamente nos convertimos en portadores de la capacidad de amar,de conectarnos con los otros.Al principio de la existencia terrenal el vínculo es  con nuestros padres, y más tarde con otros que son significativos en nuestras vidas y que llegan a formar un lazo de afecto singular.Pero,como dice el dicho,”la vida no siempre es color de rosa”.Justamente,la vida trae consigo tremendos desafíos y situaciones difíciles que los seres humanos debemos encarar.Los procesos de vida y de desarrollo que son motivados por la propia naturaleza biológica están presentes,y con ellos coexisten elementos de carácter cultural y psicológico que como personas enfrentamos desde que nacemos hasta el último dia que vivimos en este mundo. En tales circunstancias,el amor es razonablemente el sentimiento de la esperanza que busca el balance entre las fuerzas internas y externas del ser.Los cambios en las diferentes etapas por los que pasamos todos los seres humanos,suelen marcar el sello de nuestra personalidad,de nuestros rasgos visibles,e incluso de aquellos más profundos de nuestra mente y de nuestro corazón. ¿ Usted qué opina ?

Wednesday, January 4, 2012

VALE LA PENA EQUIVOCARSE

        Quizás nos resulte paradójico el título de ésta reflexión.Cómo es que equivocarse sea algo de provecho, si todo el mundo,incluyéndome,pensamos y tratamos en lo posible de hacer lo contrario.Bueno,veamos de que se trata.
        Hace uno dias,una de mis estudiantes me decía con un dejo de angustia -  ¡Oh,disculpeme maestro ,pero me equivoqué de tarea.Hice la misma  página pero de otro libro ! - En cierta ocasión,una acongojada mamá me decía lo siguiente - Me embarazé de mi primera hija sin siquiera haberlo planeado con mi esposo.Creo que nos equivocamos -Alguna vez un colega terapeuta me confesó - creo que me sobrepasé en mis interpretaciones para con mi paciente.Su reacción es incongruente y parece haber un deterioro en su comportamiento.Creo que no hize las cosas bien. - Solemos encontrar esta  clase de aseveraciones al trato diario con las personas en los diferentes ámbitos de nuestras vidas.Y,muchas veces, no solo somos simples y pasivos oyentes,sino activos partícipes del error,lo cual nos hace sentir incapaces de hacer las cosas bien; nos deprimimos y,de pronto, nos encontramos arrastrando nuestra auto-estima con unos pies y unos hombros como si fueran de plomo.En ocasiones respondemos con agresión,nos transfiguramos engañándonos con justificaciones tan incomprehensibles como insostenibles.Todos hemos estado en una situación en el que nuestras fallas nos hacen sentir culpables.Posiblemente para otros éste no sea el caso.A menudo,conocemos personas que,aún tomando decisiones equivocadas sienten que la culpa es de alguién más,no de ellos,a fín de liberarse de la culpa que ello acarrea.No aceptan el mínimo de responsabilidad que sus propios actos propician.Esto conlleva abviamente una falta de conciencia en la toma de decisiones y lo que éstas provocan en el entorno.La negación es un acto muy común para no entrar en problemas consigo mísmo.Nos mentimos,y muchas veces lo hacemos con la conciencia clara de que estamos realmente mintiendo,pero luego lo negamos abiertamente y no aceptamos ser los culpables de nuestras erradas decisiones en nuestras vidas(el colmo del mitómano:mentir sabiendo que miente y negándose la mentira el mísmo y para si mísmo)No creo que hasta este punto,el protagonista principal aprenda algo importante y significativo, si todo lo basa en la negación,la justificación y hasta en la inconciencia de sus propios actos.A pesar de lo equivocado, sus actos mantienen el poder latente de enseñarle una lección.Después de todo,como seres humanos fallamos y eso constituye una parte de nuestra naturaleza(si desde Adan y Eva nos hemos equivocado,originariamente estamos sellados para cometer errores en la vida) Mas sin embargo,una actitud receptiva y humilde nos permite el estar abiertos al aprendizaje de aquello en lo que fallamos,y de ese modo crecer y ser mejores cada vez.
        Las equivocaciones en verdad tienden a potenciar el aprendizaje en el sujeto protagonista de la falla.Justo en el momento en que cometemos un error,deviene un sentimiento de incertidumbre y desasosiego.Cuando nos damos cuenta de que realmente hemos fallado, ya sea  por falta de habilidad,por desconocimiento en la situación que nos enfrentamos e incluso por negligencia ó por cualquier otra razón,en cualquier caso un sentimiento de culpa nos invade.Ciertamente tratamos de rectificar en cuanto al hecho bonchornoso y avergonzante ante los involucrados en el evento.Otras veces nos quedamos quietos,impávidos sin saber que hacer,con un sentimiento de impotencia y angustia;en una palabra nos quedamos  perplejos.Cuando el sujeto se considera parte de la culpa, sin trasladarla a otra parte de su entorno,es cuando la puerta está abierta al aprendizaje.El sujeto es capaz de modificar su proceder en situaciones análogas o distintas, debido precisamente a que un sentimiento de culpa lo ha motivado a cambiar.Aquí es donde vemos como  un "mal" sentimiento (yo diría un sentimiento incómodo) realmente no nos oprime.Lejos de ello,nos alienta a progresar y nos motiva al cambio positivo.El darse cuenta de que hemos fallado y de que hemos sido portadores de un error,ciertamente resulta doloroso para cualquiera y ese es al motivo de que algunos no acepten sus errores.Evitar el dolor que provoca el equivocarse ante los demás es en realidad un acto racional.El sujeto da cuenta de ello usando una serie de justificaciones sin darse cuenta muchas veces de que está cometiendo error tras error en forma sistemática.De ahí la imposibilidad de aprender cuando no se acepta la culpa de los propios actos. En otros casos en los que el sujeto incurre en equivocaciones,se tiene la tendencia a dejarse llevar por la depresión.La persona no opone resistencia,ni se defiende y ni se justifica en ningún modo.Es una especie de actitud derrotista,fatalista y pasiva que tiene como consecuencia directa el detrimento de las emociones y la estabilidad del sujeto.Naturalmente que en este caso la posibilidad de aprender por ensayo y error es casi nula.Asi también,en los casos de desórdenes de la personalidad,las fallas no se viven en los parámetros normales de la conciencia de modo que coexiste en éstas personas una impermeabilidad de aprender debido justamente a los problemas antes mencionados
         Asi que,como habrá usted notado.el equivocarse es una maravillosa oportunidad de aprender cuando se encara con una actitud positiva y proactiva.Las actitudes derrotistas o de falta de humildad tiene el efecto de producir que el sujeto siga cometiendo faltas en forma sistemática debido justamente a que no se brinda este espacio de aprendizaje.Seamos positivos y alejemos el complejo de perfeccionismo que tanto daño nos hace.Recuerde que equivocarse es de humanos.Quién nunca se equivoca es Dios Padre.¿Qué piensa usted?