domingo, 22 de enero de 2012

LA PRUEBA DEL AMOR

UN ASUNTO DE DOS        

 ¿Sabe usted del problema de la sobrepoblación mundial?  ¿Sabía usted que la tasa de natalidad es mayor a la de decesos? A propósito de nacimientos en el mundo, ¿Está usted conciente de que muchos de los embarazos se dan entre jóvenes adolescentes?  Peor aún, ¿Está enterado de que gran parte de los bebés que nacen de ésta población joven son " bebés no deseados "? Y ya para rematar tristemente, ¿Se imagina usted cuántos embarazos de entre los jóvenes son producto de la siguiente frase "dáme una prueba de amor"?  Si eres una persona jóven adolescente o jóven adulta con verdadero sentido común, y una clase de sensibilidad especial en torno a temas importantes como el amor y la relaciones con los demás, estoy totalmente seguro que te  interesará lo siguiente. Asi mismo, si eres una persona en edad media ó avanzada y ya has pasado la etapa de los hijos ó estas en ella, creo que encontrarás algo importante,quizás no para ti, pero sí para los que amas; para aquellos que apenas empiezan su caminar por esta vida y por los que mucho tienes que extender una enseñanza y una hermosa y fascinante lección de amor. Creo firmemente que nuestros muchachos y jovencitas necesitan cada vez más de nosotros los adultos, de nuestras experiencias y lecciones aprendidas a través del tiempo. Pero examinemos un poco alrededor de eso que llaman la "prueba de amor".
        La juventud de hoy creo que no difiere mucho de la de hace veinte o treinta años en muchos sentidos. Los jóvenes son protagonistas en prácticamente todos los ámbitos de la vida social, y hace tres décadas los muchachos y muchachas de todos los estratos socio-económicos, de igual manera mostraban una participación generalizada en la sociedad; buscaban estar presentes  en las decisiones políticas y económicas en su contexto inmediato. En el afán de conseguir logros y tener una penetración importante, los jóvenes han ido más allá trascendiendo barreras culturales y toda clase de obstáculos. En cierto sentido, existen más puntos comunes que discordantes entre la juventud de los ochentas, en relación a la juventud de nuestros días.
        Otro de esos puntos a los que me quiero referir, y en el que los jóvenes de varias generaciones tienen en común, es el tema de las relaciones heterosexuales y el noviazgo. Escencialmente, contra lo que se dice, las relaciones de amistad y noviazgo en la sociedad occidental no ha variado mucho. Es posible que las formas muestren otra cara diferente, aunque eso tal vez sea un cambio en apariencia, ya que los esquemas y paradigmas sociales siguen siendo los mismos. El hombre busca activamente a una mujer, y ésta mantiene un papel relativamente pasivo; en espera de que el hombre se decida. Esto es producto de una estructura cultural machista que llevamos consigo generacionalmente y que nuestros antepasados nos han heredado en el marco de la sociedad que lo instituye, además de una familia que lo refrenda con su apoyo. En tales circunstancias, es viable pensar que la educación sexual que nuestros jóvenes han recibido no ha estado exenta de falacias de modo que se le haya convertido en un tema tabú. Hay que reconocer que los avances en la Sociología y  Psicología son sorprendentes en materia de educación, familia e individuo. Muy a pesar de ello, nuestra sociedad ha encontrado muchas barreras para superar los prejuicios que por años hemos padecido en materia de educación sexual y de la igualdad de género en nuestra cultura.
        En el marco de una educación con prejuicios culturales, es dable pensar en un estancamiento de los papeles y de los roles dados a las personas según su género. La inflexibilidad de los esquemas de comportamiento en los papeles designados al rol femenino y al masculino produce inmovilidad y ausencia de crecimiento de nuestros jóvenes en la sociedad. Tapizados por el impacto de una generación moderna aparentemente abierta a temas como la sexualidad por un lado, y por otro la presión de los modelos aprendidos en el hogar de aquellos padres que no aprendieron un concepto diferente, tienden a causar disonancia y confusión. Uno se pregunta si nuestra juventud está realmente abierta a una educación sexual libre de prejuicios cuando lo que se la ha dicho y lo que se le ha mostrado en la educación parental ha sido formulada en franca oposición a lo que la documentación científica afirma. En algunos casos ambas posiciones se contraponen en la realidad, y la gente joven tiene preguntas al respecto y busca las respuestas en todos lados, menos en el hogar que es donde se supone debieran encontrar el apoyo, conocimiento y comprensión respecto a este tema tan sensible.
        El noviazgo es un tema central en la etapa de la adolescencia, y es tambien un asunto que los padres muchas veces no saben como manejar. Inclusive, existen diversas y muy variadas concepciones de como debiera llevarse el asunto del noviazgo con los hijos; si es algo permitido hasta cierta edad, o bien si la familia esta abierta al tema y los hijos tienen libertad de asumir al noviazgo en edades comprendidas de los 13 a los 17 anos sin mayores complicaciones. Esta etapa de la vida es de hecho una de las mas complicadas, y lo es tanto para los jóvenes como para los padres. Existe un temor generalizado entre los padres de familia acerca del tema de los novios a temprana edad. El temor apunta a la posibilidad de que la jóven, en el caso de las niñas, se embarazen. Para el caso de los ninos, los padres tienen el temor de que los jóvenes interrumpan su vida de muchachos y adquieran un compromiso de adultos para el que nos están preparados. La prescencia de un bebé para quienes aún no están preparados en ningun aspecto de la vida para asumirlo es en realidad un problema embarazoso. Niños criando y educando niños no es un tema deseado en ningún sistema de familia, no obstante es una amarga realidad que nuestra sociedad y nuestras familias en general encaran y en muchos casos es algo que se repite de manera continua en un solo hogar, en un mismo hijo(a) o en los hermano(a)s. 
        Qué hacer para prevenir esta situación en la familia y entre nuestros hijos. Cuando el hecho no deseado se dá,no hay más que apoyar y buscar prevenir que ocurra en la misma persona ó en los hermanos. Pero cuando tienes hijos adolescentes y esa situación no se les ha presentado, tenemos que advertir a nuestros muchachos de las consecuencias de sus actos.¿Usted platica con sus hijos o hijas sobre ello? Si es así, es razonable que sus hijos tengan esclarecida la noción de lo que ocurre cuando un embarazo no deseado llega al hogar. La vida ya nunca es igual. Él o la joven se ven obligados, en cualesquier circunstancia, a cambiar sus perspectivas de vida futuras, sus metas y demás. Se ven obligados a hacer ajustes y arreglos en su incipiente vida, de modo que las tareas propias de un chico ó chica se ven afectadas enormemente. Él o la joven, sin serlo, se convierte en un adulto, pero más motivado por las obligaciones y las responsabilidades que conlleva la prescencia de un bebé en sus vidas que por cualquier otra cosa. Todo esto y muchas cosas más nuestros jovenes necesitan saber para estar preparados en las decisiones que sólo ellos tomarán en momentos especiales; en los momentos de presión; esos momentos en los que las emociones debilitan nuestras defensas. Solamente recuerde que las hormonas trabajan a un porcentaje superior a la inaplazable capacidad del sujeto de controlarlas. El diálogo y la confianza entre padres e hijos es un ingrediente fundamental para esos momentos en que los muchachos pierden el control y ceden a sus instintos y deseos sexuales.
        Todos hemos escuchado la frase "dáme una prueba de tu amor" o "si me quieres, entonces me lo demostrarás con una prueba de amor". Históricamente los hombres hemos sido afectados con estas tradicionales frases, que con palabras más o palabras menos redundan en lo mismo: la de la pretensión del muchacho de tener relaciones sexuales con la novia(y al mismo tiempo ofreciendo la idea falsamente difundida de que las muchachas nunca tienen ese deseo). Asi mismo, las mujeres han adoptado un papel más pasivo y de sumisión ante la sociedad, no así ante la familia. La mujer ha sabido agotar el papel de ofendida dejando al hombre como el agresor inicial y portador de la culpa por lo que le ocurre a ella (y realmente les ocurre a ambos). Todas esas cosas son, como dije, cosas del pasado, inclusive, un pasado no muy lejano. De hecho, aun en ciertas regiones se mantienen vigentes estos conceptos, y muchas personas son partidarias de que esa es la realidad de lo que acontece cuando una muchacha se embaraza: "un hombre se aprovecha de la bondad e ingenuidad de su dulce doncella". Quizás tengamos que reconsiderar nuestros propios prejuicios al respecto, y sobre todo el mal concepto que mantenemos cuando una muchachita se embaraza. Creo que por iguladad de condiciones la responsabilidad debe ser compartida entre el hombre y la mujer en la eventualidad de un embarazo inesperado. En verdad no hay razón suficiente y veraz para pensar que el varón se está aprovechando de las circunstancias. La mujer también es partícipe y, eventualmente, podríamos estar hablando de una errada decisión de ambos lados. La ignorancia, la desinformación y la falta de confianza en el hogar para abordar el citado tema con los hijos, mujeres y hombres, son tan sólo algunos de los disparadores socio-familiares asociados a embarazos juveniles fuera del matrimonio. Asi que los padres de familia deben encarar este problema de "la prueba de amor" entre los hijos en ambos sexos. Un buen diálogo nutrido de información libre de prejuicios podría ser un buen principio para frenar los deseos naturales que ocurren a temprana edad.La comunicación consistente y continua respecto del tema en cuestión, y de otros de importancia no menor, crea el antídoto contra todo aquello potencialmente dañino en lo que respecta a lo que ellos deciden hacer con su cuerpo.
        Es importante agregar que el noviazgo es un tema aparentemente sencillo. Muchos padres adolecen de la capacidad de dialogar con sus hijos en forma clara cuando de novios se trata. No lo hacen, y creo que muchos padres nunca lo hicieron cuando sus hijos fueron adolescentes, perdiéndose la oportunidad de conocer y disfrutar a sus hijos en un aspecto más íntimo y personal. Ademas, sus propios hijos no tuvieron esa oportunidad de disfrutar a sus padres, de tener confidentes en casa, los mejores amigos con quién compartir sus aventuras, sus aciertos y desaciertos, sus amores y desamores. Por ésta razón debemos asumir el noviazgo como un tema central en la vida de los jóvenes, y  asumirlos desde el lado de padres responsables, porque a nosotros los adultos nos corresponde también. Somos corresponsables de lo que nuestros hijos hagan y dejen de hacer. Si la frase "dame una prueba de amor" es, por decirlo de algún modo figurativamente, la variante asociada a un embarazo juvenil, entonces también eres copartícipe de este hecho por omisión o negligencia parental. La responsabilidad como padres va más allá que la de simples provedores materiales. Es tan solo el principio de una responsabilidad mayor que dura toda la vida, y de manera sustantiva la de amarlos mucho educándolos para la realidad que les espera a cada etapa de la vida.
        Finalmente, debemos ser cautos cuando de educación sexual se trata. Si sabemos que a "ellas" o a "ellos" algún día, con cierta probabilidad, se les pedirá "la prueba de amor", entonces nosotros debemos darles ya una lección de amor para que desde entonces nuestra(o) hija(o) esté cobijada(o),protegida(o) y alertada(o) de la realidad futura. Posteriormente, cuando se convierta en un o una adolescente estará prevenida(o) y sabrá como responder. No es una garantía con sello de por vida, pero te aseguro que funcionará en la mayoría de los casos. Si es el caso de "ellos", la posibilidad de solicitar una prueba de amor siempre está presente, asi que el peligro siempre es algo latente. En tal caso, comienza por darles una prueba de amor reflexionando acerca del tema de las relaciones sexuales y de sus consecuencias. Líbrate de prejuicios y hablales claro. No permitas que ningún obstáculo se atraviese en el camino.Prepara la información y la manera  según la edad del jóven. Recuerda: nunca es tarde, y como padre es una responsabilidad que te pertenece, es intransferible. Nadie más lo hará mejor que tú, y también debes saber que ese es un derecho que le corresponde a tú hijo. Consecuentemente, no desistas de tú responsabilidad, ni le quites el derecho a tú hijo de estar prevenido.
       

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