LO QUE DEBO CAMBIAR COMO PAPÁ
Tu despertar no es precisamente uno de aquellos en los que la mente se
ha despejado, sino mas bien uno de los eventos en los que, precisamente por ser
padre de familia, te mantienen ocupado desde la vigilia, hasta la hora que duermes, y en los que el buen sueño, cuando te
llega por alguna bendita razón, se convierte en un bálsamo para renovar tus
fuerzas y deseos. Hoy, justamente has despertado un tanto preocupado por tus
hijos, en el qué comerán, que si sus notas escolares han mejorado o no, aturdido
por aquello de sus amigos problemáticos que el mismo ha escogido, sus
desencuentros amorosos, la tentación diaria al peligro, los actos temerarios
propios de la juventud, la amenaza real que se vive en la actualidad con tanta
violencia en las calles, y una infinidad de cosas que hace que tus sueños sean
tan superficiales como intermitentes, y cuando despiertas como el día de hoy,
que es precisamente de lo que te estoy
hablando, en verdad te encuentras más cansado que cuando te fuíste a la cama
anoche. Amén de los problemas económicos que te han rebasado últimamente, y que
ya no te alcanza el dinero para lo que ellos necesitan. De hecho, ya has
renunciado a los gustos personales por satisfacer los de tus hijos, que son
muchos y, algunas veces, bastantes costosos. El celular de moda, la tableta
electrónica, el dispositivo para escuchar música, la computadora de precio
prohibitivo, y que sin embargo ahí estás
tú para cumplir con cada cosa que sale al mercado. Es probable que hayas
cometido el error que hoy en día muchos padres de familia cometemos, por el
simple hecho de que no deseamos que sufran nuestros hijos lo que nosotros
experimentamos en la juventud. Si reconoces ese error, entonces, para revertir
tu situación, debes ofrecerte un cambio que alimente la mejor actitud fente a
tus hijos, porque ellos no querrán cambiar, de hecho lucharán con todo para
contrarestar cada esfuerzo que hagas, paradójicamente, por su bienestar, por
una economía familiar más sana, y por un ambiente de comunicación y diálogo
efectivo en el hogar. Suena fácil, pero el trabajo es duro y de cada día. Así
como te ha llevado una vida criar del modo como lo has hecho con tus hijos,
entonces debes estar conciente que otra vida más te llevara cambiarlos.
Simplemente no desistas. Si lo haces, una segunda oportunidad será más
complicada y penosa. Si logras vencer tus propios obstáculos que habitan en tu
mente, y no caes en la tentación de darles todo de nueva cuenta, entonces tus
hijos te lo agradecerán, no de momento, de hecho pudieran “odiarte”, pero ese
agradecimiento lo harán más adelante y será de por vida, te lo puedo jurar, de
por vida “lifetime” “forever”
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