Una vez un hombre levantó la mano para argüir algo
DIOS le dijo:- espera hijo mio.-
Otro hombre a su vez,levantó su diestra para contradecir
Pero DIOS le susurró:- calma.-
Un tercer hombre calló y esperó con paciencia su turno
DIOS los miró con infinita ternura y les dijo:
-Hijos mios,antes que nadie YO se lo que piensan
y lo que en su corazón palpita.Nada tienen que decir
por que lo sé de antemano,incluso antes de que hubiesen nacido.
Mantenganse en el camino de la
mansedumbre y la paciencia,armas necesarias
para sostener la fé en mi PADRE.
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