Cuando llegue el
momento de abandonar la existencia terrenal y me encuentre con la muerte, le diré
lo tanto que la he detestado desde siempre. aún cuaNdo he caído subyugado por sus
enredos y acechanzas, y solo por el placer momentáneo de la carne, maldita carne
que me priva de un espíritu libre de cadenas y atavismos culturales insanos. Me pondré
cara a cara con ella y le haré ver toda la inmundicia que porta, la cochambre
que penetra en los corazones buenos y la impureza que deja a su paso en todo
ser lleno de vida y esperanza. Le diré el mal que ha hecho en mi vida, lo abyecto
que ha resultado para mi corazón. SÉ que me aguarda con el ansia de
devorarme, pero no la tendré a mi lado, seré cauto y cuidadoso, además no tendré
miedo porque Cristo está de mi lado y Él me guiará en cada momento que me
encuentre con la susodicha para saldar las deudas pendientes, porque mi Dios ha
dicho que nada impuro entrará al Reino de los Cielos, y yo no soy la escepción
ni nadie lo es. Frente a frente me cuestionará y me echará en cara todas las
veces que me asistió en vida, todas las ocasiones que me ayudó a salir
“vencedor” de las situaciones que no supe enfrentar con valor y las inumerables
veces que me facilitó las condiciones para pecar y gozarme del y en el mundo
con sus satisfacciones carnales, efímeras y propias de un corazón pétreo. Me
asiré fuertemente de la bendita mano de Dios y no lo soltaré ni un momento. Lo
necesitaré mas que nunca y sé que no me fallará; saldré victorioso de las
embestidas furiosas del mal y sus fuerzas no resurgirán mAs en mi, pues Dios lo habrá
designado asi. Por lo pronto, mientras llega ese momento, hoy mismo me entrego a
la tarea que Dios me encomienda, a cumplir sus mandamientos y sus
sacramentos, mantener la fe en Él y contener con verdaderas obras de amor su
Santa Palabra. Lo ha dicho claramente “nadie sabe el momento ni la hora”, Asi que
todos debemos estar preparados para ese momento. ¿Estás en el camino indicado?
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