LA MEJOR ESCUELA PARA PADRES
¿Quién dijo que no hay
escuela para formar padres? Y gracias a Dios que no hay un libro sobre el cual
basar nuestro papel de padres en forma exclusiva.Y gracias a Dios que no hay
una escuela tradicional para formar a los padres en forma exclusiva.Pero
entonces,¿de dónde sale la enseñanza para ser padres?,o simplemente ¿no sale de
ningún lado y cada quién se las arregla como sea para educar a sus hijos? En
realidad nada de esas cosas pueblerinas que se anuncian para dejar saber a la
gente que aprender a ser padre se empieza desde el momento exacto que se engendra el primer
hijo.Le diré algo muy importante:no es que la naturaleza sea sabia,aquí la
sabiduría viene de Dios Padre al dejar preparada a la naturaleza para
proveernos de los conocimientos para encarar los desafíos de una nueva vida
como la de ser padres por ejemplo que es el punto que discutimos en estas
líneas.La única escuela de toda la vida y en la cual se aprende todo lo
necesario para convertirnos en verdaderos ciudadanos de nuestra sociedad es el
hogar.Es el Reality Show prolongado y extensivo que,afortunadamente nunca nos deja y con lo
cual morimos.
Desde que nacemos estamos
destinados a aprender cada día de nuestras vidas,y una de las cosas
primordiales que aprendemos es justamente el papel de padres,¿qué mejor escuela
que la familia? La vida con nuestros padres nos provee de vivencias reales,emociones
y sentimientos,y el abrigo para desarrollarnos de la mejor forma como ellos
pueden hacerlo transmitiéndonos a su vez lo que aprendieron en sus respectivos
hogares y con sus propios padres.A lo largo del proceso de aprendizaje en el
hogar ocurren hechos singulares que son de primordial importancia para ese papel
que tanto demanda la sociedad:el de ser padre.El cuidado y la atención que
recibimos cuando somos niños es una experiencia de enorme impacto en nuestra
personalidad.Cuando somos pequeños los que somos varones nos identificamos con nuestros
papás y las niñas con sus mamás.Éste solo hecho nos proporciona la guía para
adoptar el papel masculino o femenino en la sociedad de forma adecuada.Desde
ese momento mi papel de futuro padre de familia ha comenzado y la enseñanza
sera intensiva,cada día aprenderemos cosas nuevas de nuestros propios
padres/maestros de la vida que nos prepararán con sus cuidados amorosos de la
mejor forma posible las veinticuatro horas del día.Una de las grandes ventajas
de esta “escuela natural” es que los padres/maestros,aunque le parezca
contradictorio,es que si fallan y se equivocan a menudo,lo cual garantiza el
reconocimiento auténtico y profundo de la relación parental que se
establece,sin aquella idea del maestro omnisapiente,que todo lo sabe y nunca se
equivoca por el simple hecho de que es el maestro;y no obstante ser una idea
todavía defendida es irreal pensar en la
infalibilidad de cualquier papel dentro del hogar.Estas afirmaciones de padres
infalibles no existen en la familia,ni algunas otras falacias que dan al traste
en la escuela tradicional en contraste con la escuela natural para forma padres
en donde en forma natural los errores se van dando y reconociendo de forma
continua sin que ello afecte radicalmente el estatus de los padres.Aprender a
reconocer que los adultos fallan es algo muy humano y real.
Todos recordamos eventos dolorosos pero también situaciones de gozo que tuvimos cuando fuímos niños.Como
si fueramos una tarjeta de memoria,guardamos cada cosa vivida en nuestra
infancia,en nuestra mente.La experiencia por sí sola nos habilita para desarrollar
posteriormente el papel parental en el hogar.Somo como esponjitas que
capturamos y mantenemos por siempre todas las experiencias de vida buenas y malas con nuestros padres,pero son
esos eventos los que funcionan como referenciales para nuestra actuación futura
en la vida de adultos en la formación de un hogar y en la educación de nuestros
propios hijos.En realidad nada es casual y todo tiene una base,más aún cuando
se trata del papel de padres de familia.Podemos decir que nada sabemos,que
necesitamos una orientación para saber como actuar como padres de
familia,requerimos con urgencia una “escuela para padres”,buscamos consejo
entre los demás,etcetera,pero nada ni nadie le podrá enseñar el instinto
natural que tiene para proteger a su familia,absolutamente nadie le dirá como
actuar en las necesidades de amor ,afecto y protección de sus hijos,ni tampoco
del amor que le profesará a sus vástagos,porque eso usted ya lo aprendió hace
muchos años en la mejor ecuela para padres,es decir su hogar.No llegamos
carentes a la vida de adultos.Es como el lenguaje que se adquiere de forma
natural y casi sin darnos cuenta.De ese modo aprendemos a ser padres,ese papel
tan importante que las buenas familias demandan cada vez más y que la sociedad
requiere para su funcionamiento efectivo.
Afortunadamente semejante
empresa no se resuelve por medio de escuelas tradicionales y con la enseñanza
de profesionales en el asunto,lo cual sin embargo es algo positivo.De pronto hay
alguién que necesita de una orientación y estas escuelas funcionan
efectivamente para ello,pero decir que son escuelas para «formar» padres,en
realidad es mucha la pretensión.Los padres ya han sido formados en forma
natural,tan solo necesitan estar afinados en sus detalles y despejarles de sus
temores y expectativas falsas.De otro modo difícilmente las familias
encontrarían los satisfactores a cada necesidad y el papel de padres resultaría
insuficiente para responder en forma efectiva a las necesidades más profundas
de un hogar con hijos.
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