En la relación
madre e hijo el vínculo que se establece a través de la alimentación vía pecho materno es de una naturaleza muy intensa y necesaria
para la estabilidad emocional y afectiva
del bebé,y es un determinante en la formación de la estructura de la
personalidad y comportamiento del sujeto en general.En los primeros días y
semanas el bebé no reconoce otra figura que no sea la madre.Pasará algún tiempo
antes de que el padre comienze a tener sentido para el hijo,y eso es debido al
proceso de su maduración y desarrollo
integral natural a cada ser.Alrededor de
los ocho meses de vida el niño comienza a experimentar un fenómeno llamado
constancia mental o constancia del objeto,es decir que la figura del padre
empieza a formar parte de su esquema mental,o mejor dicho es ahí cuando el papá
comienza por existir en la vida mental de su hijo.Y durante todo este tiempo
hasta antes de este fenómeno,ha sido la madre el único ser ligado
emocionalmente a él por razones naturales.Esta increíble capacidad que la mujer
posee le permite completar las necesidades afectivas y de seguridad de su
propio hijo,necesidades que de otra forma quedarían acéfalas provocando un
desajuste psicológico irreversible en el sujeto.
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