Siento que mi
corazón late fuerte, apresurado, desmesurado. Un pensamiento se apodera de mi
mente, y es tal que ese corazón mío en desfase predestina un desmoronamiento, una
caída tan estrepitosa como desmoralizante. Mi mente trabaja a la velocidad de
un torbellino, causándome un desasosiego de proporciones incontrolables. Un
indicio claro de desilusión comienza asomarse en mi espíritu, mi entrega no da
frutos y las promesas resultan ser un espejismo, utopía que amenaza mi
existencia. Presagio una búsqueda intensa y sistemática hacia la figura de mi
Cristo, sé que será difícil olvidar, en mi camino me acompañará la desdicha, el
quebranto, el desconsuelo, pero en Dios todo pasará. Nunca olvidaré, el recuerdo me
hará más fuerte y nunca resistiré amar y entregar el corazón porque es de Dios
consagrarlo y ofrecerlo al prójimo sin condición alguna.
miércoles, 26 de septiembre de 2012
sábado, 15 de septiembre de 2012
OLMO DE MIS AMORES
Olmo es el nombre que me recuerda una vida, la palabra que me hace
retornar a mi pasado lejano en los años de mi niñez. Es tan sólo una
palabra, pero ella trastoca mi corazón en recuerdos bellos de aquellos años
que jamás volverán, pero que han quedado plasmados en mi corazón por
siempre. Buena parte de mi niñez la habia pasado en la calle jugando a lo que
fuera, ya sea solo o con mis amigos y hermanos. Qué importaba a lo que jugásemos
si lo gratificante era estar en esa calle mágica dando rienda suelta a toda una
explosión de energía incontenible. Ese lugar es ahora parte de mis recuerdos, esa
calle de concreto gris, oscurecido por los años y por la exposición a los
elementos, bendita calle compañera de aventuras y desencuentros, fuíste como una
compañera muda que me ofreciste tu terreno pendiente donde las pelotas rodaban
hacia la avenida principal y en donde la cantidad de carros resultaba peligrosa
para los niños que jugabamos en tu superficie. Venerable y entrañable calle en
declive que recibiste el sudor de mi cuerpecito y algunas veces gotas de sangre que se esparcían sobre toda tu extensión
por mis raspaduras debido a los juegos rudos de mi niñez, y yo siempre alborotado y excitado, siempre jugando y
recibiendo tu bendición de darnos tu terreno para nuestro
esparcimiento; esa es la olmo de actividades lúdicas, de identidad y
pertenencia, de amor y cariño al suelo que me vio crecer y soñar cada fantástico
día de mi infancia; esa calle que me transporta con fantasía, que hace perderme
en quimeras que reflejan mis deseos y anhelos de mi niñez, atenuados únicamente
por la intromisión de la cordura. Olmo que donde quiera que te leo me haces
suspirar, y donde quiera que te encuentro me permites vagar hacia el ayer, a lo remoto
y lejano y a lo más hermoso que me ha ocurrido en toda mi existencia; olmo, testigo
fiel de mis primeros pasos, de mis primeras andanzas y correrías de niño; de mis
aventuras y peripecias en mi mundo donde solo cabía la fantasía y la magia de
vivir. Eres parte de mi y nunca saldrás de mi corazón, lugar donde te llevo muy
dentro, inserto ahí como parte inseparable e inherente a mi ser. Olmo de mis
amores, olmo de mis más bellas añoranzas, olmo de mi vida de la que siempre serás
parte imprescindible. Me viste crecer, arribé a la adolescencia y tus
invitaciones para jugar ya no eran tan aceptadas por mi, pero transitaba por tu
superficie y me sentía seguro sobre tí sabiendo que eras mi olmo, mi querida
calle olmo. Me convertí en adulto y te transformaron cambiando tu apariencia; cuánto
me costó aceptar tu cambio, ese nuevo "look" que entristeció mi ser; aunque
nunca dejé de quererte, siempre te quise como te conocí, con tu piel
arrugada, algunos hoyos y honduras sobre ti, y hasta un bache que te distinguía
cada vez que llovía porque era la concavidad donde posaba mis barquitos de papel para navegar por el mundo mágico
de mi mente. Ya de adulto, solo te miraba de reojo, pues había conocido algunas
otras calles alrededor de la cuidad, y confieso que muchas veces me olvide de
ti. Pero mis recuerdos han sido más fuertes que yo, y ese apego ha vuelto con
fuerza, la misma que penetró en mi corazón tierno de cuando fuí niño. Ahora en la
madurez de mi vida adulta sigues siendo la misma, quizás más transitada,
renovada, parecida más a un estacionamiento que cualquier otra cosa y en la que los niños ya no juegan sobre ti; quizá agrietada por tanta violencia, atemorizada por tanta aspereza y brutalidad humana, pero sigues siendo la olmo, la hermosa calle de mis amores y fantasías
de mi vida; la olmo tan leal y justa, la que me acompañará hasta la muerte
llevándomela consigo impregnada en mi espíritu, en mi corazón. Olmo de mis
primeros amores que nunca te olvidaré.
miércoles, 12 de septiembre de 2012
UN MACHO EN EL HOGAR
Te dices ser un buen esposo, y
sin embargo adoleces de tantas cosas que, en la realidad poco haces para ganarte
ese puesto en el hogar. Tal vez lo eres, pero solo de nombre dado que has
desatendido tanto a tu esposa, con la que mas bien pareces llevar una relación de opresor y
oprimido, más que una relación conyugal funcional. Llegas a casa y te crees el
mandamás, el jerarca, el jefe, pero en el fondo sabes bien lo poco que vales, y
quizás por eso te desquitas con ella, si a esa mujer que tú llamas esposa aún sin merecértelo. Te diriges a ella
en una forma insolente y petulante. Tu jactancia y fanfarronería son como tu
piel que llevas a todos lados contigo, y por consiguiente mostrando la consabida
soberbia y arrogancia como cartas de presentación en el hogar ante tu esposa, y
de paso con tus hijos también. Pero saliendo del hogar cambias de disfraz y
dejas de ser la realidad que tu propia esposa e hijos tienen que soportar, y solo
porque eres el “esposo” y el “padre”, papeles que injustamente la vida te pone por
delante porque no los cumples a cabalidad. El horror comienza con el amanecer cuando ni siquiera le prestas
atención a tu mujer con un detalle amoroso o una frase de aliento. Por el
contrario, te amanece el día de color gris y oscureces el horizonte a los tuyos
como una mancha llena de rencor a la vida, de cobardía por no ser un ejemplo de
vida para otros, y de ser un caso perdido como lo que eres. Tus hijos son
testigos presenciales y sufrientes de tu vanidad y presunción, de ser lo que ni
eres y ni siquiera has podido lograr en tu miserable vida. Lo único que te ha mantenido
junto a tu familia es el amor de esa
mujer abnegada y resueltamente errada al sostener vigente una relación
contigo. Y no es que ella esté ciega, nada de eso, es simplemente que sin
merecérterlo te ama, y aún así la desprecias con tus actitudes de macho selectivo, que sabe dónde ser
macho, y dónde convertirse en un ovejita fingiendo estupidez. Cuando alguién es más estúpido de lo que piensa, y aun asi tiene que fingir serlo porque tiene la
creencia falsa de que no lo es, es verdaderamente una contradicción enorme. Te vas a tu trabajo y resulta que eres otro por
allá, en otros lares que no son tu “hogar”. Fuera del tuyo eres un cero a la
izquierda, ¡y lo sabes muy bien! No es algo nuevo y ya estás acostumbrado a
ello. Allí reprimes todos tus deseos de macho orgulloso, pues de hecho no hay
nadie que te soporte; bueno ni siquiera existe alguién que quiera platicar
contigo de tus tonteras, acaso uno igual a ti de tonto. Das rienda suelta a tu falsa humildad y falsa imágen de
hombre tranquilo y comprensivo. Eres otro diametralmente opuesto al de la
casa. Ni siquieras quieres pensar en ello por que te averguenzas de ti
mismo, pero lo niegas rotundamente y aceptas vivir con una doble cara en tu
vida, o tal vez más facetas de las que no sabemos. Platicas y convives y hasta
aceptas los chascarrillos que se mofan de tí de parte de tus amigos, y sin
embargo resulta ser que ¡eres una dócil ovejita! Que sorpresa para tu familia si advirtiera
de lo que eres realmente en el trabajo. Tal vez les provocarías gusto de que al
menos eres capaz de ser bueno ante otros. Tal vez les entraría más odio y rencor
hacia ti. Posiblemente quedarían estupefactos y desilucionados de ver a un padre
con dos caras, con una doble vida contenida de angustia y desesperación. De seguro envidiarian a tus compañeros de trabajo por tener a un hombre bueno y
comprensivo con ellos, y no a un soberbio y cretino como en casa. LLegas a tu hogar ya tarde, y parece que tu familia se
esconde, por lo menos tus hijos ni siquieran te dan la cara. Te tienen miedo y tu
lo interpretas como respeto. Ni siquieras te das cuenta de eso; la ceguera te
inunda el corazón. Vienes cansado de trabajar, pero mas cansado de fingir, de
mostrar una faceta que no posees en tu corazón, y llegas a desquitarte con tu
esposa y con tus hijos. Vuleves a convertirte en el rey, el soberano que se aposenta
en su propio pedestal sostenido con falsedades e injusticias que los corazones
de los que aún te aman sufren cada vez, cada día de sus vidas. Tu esposa llena de
miedo no sabe como dirigirte las palabras, trata de ser amable, y en ocasiones estalla
de coraje, pero más por tu acitud insana que por ella misma. Ya no puede
sostenerse y pronto no podrá hacerlo contigo. Contempla la necesidad de separarse
pero no te lo dice, lo ha soñado mas de mil veces y no lo comparte contigo. Y
tus hijos has deseado un mejor destino, pero ya se han acostumbrado a lo
mismo. Triste realidad que te ha tocado esparcir a los demás, lleno de
resentimientos y complejos, y con una capacidad practicamente nula de aceptar
tus errores. Llega la noche y es hora de acostarse. Le pides a tu mujer sexo, y
ella te dice que esta indispuesta. Te enoja y la convences por la presión que
ejerces. Te satisfaces tu solo, solo tú y nadie más que tú; ni siquiera tienes la
hombría de satisfacer a tu mujer y de respetarle sus decisiones íntimas. Eres un
verdadero animal, tal cual sin quitarle ni ponerle absolutamente nada. Duermes a
tus anchas y tu mujer te mira con asco y desprecio. El amor ha dejado de ser y
tu lo has matado y enterrado al fondo de un abismo. Lo que queda es solo un
espejismo, una peligrosa desazón, tan peligrosa que acostumbra y aclimata, y en
medio de la perplejidad la esperanza se desvanece lentamente causando la
inicuedad permanente, la ignominía para siempre.
domingo, 9 de septiembre de 2012
RECONQUISTA TU MUNDO
Hoy te da Dios
una maravillosa oportunidad de reconquistar tu mundo,de cambiarlo y sanearlo a
tu antojo.Hoy es día que cuentas para hacer cuanto deseas en pro de un mundo
propio revestido de amor y alineado a los buenos principios que tus padres han
implantado en ti desde siempre.Hoy es el día del rescate de tu vocación de dar
y ofrecerte a los demás,de ser alguién con valor y estima basados en el amor
propio,en la aceptación de las cualidades y de los defectos, y en una actitud
proactiva de convertirte en una auténtica luchadora,en una verdadera heroína
del perdón y reconciliación de frente a los que te han dañado alguna vez,a los
que te han violado y saqueado el corazón puro y virginal que alguna vez
poseíste,a los que siguen odiándote sin razón alguna,a los que tu misma
ofendiste alguna vez, y a los que vendrán a tu vida algún día a ponerte
obstáculos y barreras.Hoy es el día de convertirte en la misionera de tu propio
mundo,de reconquistarlo y de darle una nueva dirección y sentido.Hoy es el día
que debes poner en medio de tu mundo a alguién más al frente del timón para
crear ese mundo nuevo de amor y felicidad que aspiras, y se convierta en una
realidad y no un simple deseo sin fundamento.Una vez reconquistado tu
mundo,prepárale la bienvenida para que El se haga cargo de todo.Recuerda,hoy es
el día.Mañana no sabemos.
sábado, 8 de septiembre de 2012
MIS SOMBRÍOS AMANECERES
Tengo una
urgente necesidad de sentirme aprobada, deseada y querida por los demás, en
especial por todos aquellos que me rodean, y aún por miembros de mi propia
familia.Y es que en verdad siento un vacío interior muy intenso; como que algo
hace falta para completar el rompecabezas que soy yo misma. Ni siquiera se si me
hacen falta muchas o pocas piezas en mi vida, pero suelo estar apesadumbrada, y
solo se que mis indigencias me oprimen y mi espíritu no encuentra consuelo.Cada
día es una lucha incesante de no sentirme superada por mis penurias internas,de
no sentirme en desamparo ante mis propias miserias,como una persona que precisa
de la buena opinión de otros para sentir que vale,y como si con ello resolviese
el problema original de un corazón afligido por las amarguras.Es cada día como
trato de superarme en mis propias dolencias,en mi pasado aterrador del cual ni
siquiera me gustaría recordar,como si el olvido fuera una opción plausible en
un corazón que todo lo retiene y para siempre.Cada día me despierto con una
nueva sensación,una de esas que me hace sentirme renovada,mas sin embargo me
miro al espejo y advierto que solo ha sido un un viento fresco sobre mi mejilla
que se aleja sin dejar rastro alguno sobre mi ser.A veces me figuro ser como
una persona que no merece ser feliz por razones que ya ni me importan.Comienzo
a renegar de mi persona y me culpo de lo que me pasa,y peor aún de todo mi
pasado desolador.No encuentro una voz de verdadero aliento,una voz amorosa,y me
conformo con remanentes de supuesto amor que recibo de otros por mi continua
insistencia de mostrarme ante ellos con una faz que miente y engaña.Pero cada
día es asi,todos los días de mi vida se esfuman en vanalidades y no me
encuentro a mi misma en el amor puro y verdadero porque al negármelo me niego a
mi misma,a mis aspiraciones,experimentando una dualidad que me mata día a día.He
sentido que ese amor al que aspiro está frente a mi,pero no alcanzo a
percibirlo del todo y renuncio a su prescencia y se convierte en marginal contenido
que no penetra en mi agobiado corazón. Esto es cada vez que despierto y me asomo
a un nuevo amanecer,a un nuevo reto,a una nueva ilusión que lastimosamente se
subyuga a mis cadenas deteniendo mi deseo de ser libre y de gozar el amor que
ronda siempre sobre mi. Lo se,debo ser yo sin ataduras ni espejismos y
resolverme en mi interior encarado sin tregua,apelando a una justicia
desconocida pero tan justa como necesaria. Hoy abriré una ventana de amor en mi
corazón y cerraré una de mentira y desolación. Asi,cada día obraré en mi propia
búsqueda,en el reconocimiento de mi ser y en un autoreconocimiento que me haga
descubrirme en mis trampas y comenzar una nueva ruta,el camino que Dios me
tiene preparado incluso desde antes que hubiese visto la luz de mi primer
amanecer.
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