EL ARTE DE ABRIRSE PARA SI MISMO
La búsqueda de tu
más íntimo interior debe ser muy profunda y exhaustiva. En ese proceso, abre
los ojos de tu alma bloqueando los de tu cuerpo. También cierra el resto de los
sentidos y, en cambio, mantén abierto los sentidos de tu espíritu: la
sencillez, la humildad, el optimismo y la mansedumbre. No mires hacia arriba
buscando un cielo porque sólo encontrarás el de un día ordinario, el imaginario
que nunca llega a tocarte hondo. Llegada la noche, ese cielo desaparecerá y
nunca habrá sido tuyo. En cambio, si buscas el cielo dentro de ti, notarás
inmediatamente su presencia y advertirás que siempre es de día, en eterna luz
alumbrando el camino de tus renovados amaneceres. Que DIOS te bendiga por
siempre.
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