EN EL SEPULCRO DE TU VIDA
Quizá sola, más sola que nunca y rodeada
por las penumbras del ocaso lloras tu amargo existir. Culpas al destino, al
amigo y, de paso, blasfemas en contra del creador del universo. Y cuando te postras en la
intimidad de tu alcoba, tus entrañas exponen la inicuidad del mundo; yugo de
insostenibles ayéres que reposan dentro, pero muy dentro de ti. El profundo sueño
invade tu conciencia mitigando tu dolor. Dejas de existir tan sólo por
instantes en un mundo de alegorías y sincretismo de lo antagónico, lo impensable, lo
absurdo e inimaginable. Lo tangible de lo inasible es factible en el mundo de
la fantasía y locura desbordada. No más recuerdos dolorosos ni penas
impregnadas en la carne. El deseo de vivir sin las presiones del mundo ni de su
vago recuerdo. Las locuras de tus sueños.
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