Bajo la
urdimbre de mis pulsiones primarias, en la noche todo se deslinda con su luz
siniestra, y el día se apaga con la oscuridad
de mis peyorativas trampas. Encerrada en un espacio estrecho y con reducida
posibilidad de desplazamiento, pertenezco a un mundo diametralmente invertido,
y en el cual no tengo las destrezas para eludir, disipar, quizá por las
incongruencias que me cubren de principio a fin. Me recuesto en la sensación de
un vacío que me mece en un vaivén indefinido. La última ocasión que dilucidé
sobre mi apagada existencia, un tanto confusa advertí que me hamacaba en las
oscuras entrañas de la ruin y abyecta conjura del otro, de aquel de poder
inmerecido y templado en el fuego que no acrisola, pero destruye. Imaginaba que
mi vida no valía un céntimo siquiera, y sin embargo un resquicio de sensatez se
postró en mi conciencia, empero una extraña fuerza me arrastró a un abismo
donde la voluntad queda a merced del otro que domina el espacio, el deseo por
la vida se mata por completo y la necesidad de morir aparece como una
posibilidad.
lunes, 10 de noviembre de 2014
viernes, 7 de noviembre de 2014
SOLEDAD
Soledad, ente de los abismos y cisma de los corazones, que
compartes mis inseguridades, junto a mis descalabros te arrimas a mi lado como
buscando sopesar tu oscuro vacío con la perplejidad de mi espíritu. Debo ser
claro contigo al decirte que no me haces falta, y que quizá la naturaleza de mis
aspiraciones coarten el camino inhóspito que me trazas en las avenidas del
dolor que mi espíritu asoma cuando me hundo en la privacía de mi self. Soledad
de mis tiempos de angustia, a veces dulce y bienhabida, aunque ello cueste
creerlo, y más de las veces amarga y maldecida, pero siempre conspirando contra
mi ventura en el afán de amordazarme e introducirme en un callejón sin salida. Soledad
que a hurtadillas apuntas tu letal dósis hacía mis debilidades personales, fraguando una encarnizada lucha de poder entre
mi ser y justamente tú, y cada quien con sus armas, por un lado en el terreno
de las posibilidades existenciales en lo que a mi me atañe, y de las cábalas y
enredos de tu naturaleza desprovista de amor en lo que a ti corresponde. Soledad,
dejarás de ser en mí en el momento que
mi corazón se despierte al amor por las grandezas que la vida otorga, y del
prodigio de seguir existiendo, lo cual produce una vibración que se extiende en
todo mi ser, muchas veces no advertida por tu compulsiva presencia. Pero solamente cuando ocurra ese
milagro en mi corazón, la felicidad inundadará los recovecos de mis entrañas, y
ella, la soledad de mis taciturnos días emprenderá el retiro a un confin que
los sentidos no capten, y que mi conciencia se alegre por su ausencia.
sábado, 1 de noviembre de 2014
TU DECISIÓN
La libertad
plena del hombre es el reflejo de un pasado resuelto con decisiones atinadas,
de certezas que han iluminado desde siempre su espíritu y de deseos
cristalizados en el amor, el respeto y el regocijo de las buenas y exitosas
experiencias en la vida. Pero la libertad es algo por lo que se lucha cada día
con dolor, y a veces con sobrada angustia, no obstante el espíritu se renueva
con las heridas de las batallas sostenidas, y cuando la balanza entre la
ecuanimidad y parsimonia versus la inestabilidad y desasosiego se inclina a
favor de las dos primeras, tenemos entonces el balance perfecto dentro de un
desequilibro. Aún y cuando se cuente con una proporción de cincuenta por ciento
para cada uno de estos componentes de nuestro diario vivir, y con lo cual
tenemos que lidiar como parte de nuestros desafíos en la vida, ese porcentaje
de equidad atenta contra el terreno ganado a favor de la libertad. El camino a
la libertad se nos ha ofrecido con verdadero sacrificio por un Dios lleno de
misericordia. Somos libres de elegir el rumbo de nuestras vidas sin presión
alguna. Es tu decisión.
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