La vez que los
encontré juntos,juro que se me enchinó la piel y la sangre me hirvió,y se me
subió a la cabeza asi,¡caliente caliente! Me quedé boquiabierto y tan
sorprendido que no pude conciliar el sueño por varios dias.No lo podía creer;aquello
era mas de lo que podía soportar.Mi conciencia mostrábase perturbada y ni siquiera
atinaba a concatenar las ideas.Por un momento supe lo que un enfermo de
Alzheimer sufre,y la experiencia habia sido aterradora de solo pensar que me
estaba volviendo loco,o que estaba perdiendo la razón.La escena perturbadora
regresaba a mi mente cada vez,en cada momento como un repetido calvario.Mi
corazón estaba en mil pedazos,mas sin embargo no había tenido el tiempo de ver
mi persona,de mirarme por dentro;psicológicamente mi situación era precaria,y
obviamente requería de ayuda de alguién que,por lo menos, me hiciése ver lo que
acontecía en mi persona. De otro modo explotaría, y mi destino francamente sería
incierto.Una y otra vez la escena horrenda me taladraba por dentro,y no existía
fuerza alguna que me extrajése aquel dolor inmenso que cubría todo mi ser.La
filtrapa humana en que me había convertido, no era ni el suspiro de lo que fui
antes de aquel suceso que me marcó para toda la vida.A pesar de todo,tuve el
valor de sobreponerme y de encararla, y de no dañarla al mismo tiempo.Un espíritu
combativo y rencoroso afloraba en los momentos de angustia y desasosiego.Pero a pesar de todo,pensaba en
que sería mi vida sin ella.Que pasaría con aquel amor que tanto me profesó en
la intimidad,en las noches apasionadas que me regaló,y que ambos gozamos
plenamente hasta el cansancio.Donde quedaba mi promesa de amarla y su promesa
de vivir por siempre conmigo por el amor
que decia sentir por mi, y que ahora ella misma habia manchado en la forma mas
vil que pudiera existir.Con fuerzas
fuera de mi control pude controlarme el día que le hize frente, buscando una
respuesta a mis dudas e inquietudes,a la confianza ofrecida de
corazón,confianza irrecuperable por la herida que no sana,por la cicatríz que
no desaparece,antes se profundiza aún más en las entrañas de mi ser.Me preguntaba
que es lo que seguía para rehacer mi vida.Acaso,¿tendría algún sentido
perdonarla? Tenía sentimientos encontrados que me impedían tomar una decisión.Además,el
dolor no cesaba de causarme angustia.Por
un lado,la necesitaba por que,muy a pesar de todo, aun la seguía amando.Por
otro lado,experimentaba un resentimiento muy grande.La amaba y la odiaba a la
vez.La necesitaba y la queria lejos de mi vista.Queria estar junto a ella,pero
tambien queria estar solo.Queria poseerla pero tambien me sentia como un
tonto.Queria adorarla de una vez por todas,pero tambien me obsesionaba la idea
de martirizarla.Asi que debia tomar una decisión de que hacer con ella,y lo mas
importante,que hacer conmigo mismo.
Al séptimo dia
del bonchornoso evento, que como protagonistas tuvo a mi esposa y a su
amante,tenía la certeza de que debia resolver este asunto,la infidelidad en que incurrió ella, la que
supuestamente me amaba.La decisión no fue algo fácil,mas sin embargo su actitud
de “sin palabras” y de un silencio absoluto, sin defensa ni argumentos de
ninguna especie,me hicieron sospechar que aquello fue un amor ilusorio,un
destello de luz sin permanencia,una huella perecedera por la poca o nula fuerza
de su horma.Yo mismo me aconsejaba,”pues si no se arrepiente de lo que hizo,que
amor me puede esperar con esa mujer.No vale la pena seguir.Habria que dejar de
amarla” Aunque eso sonaba sencillo,la realidad es que cada vez era mayor mi
obsesión por ella,sin dejar de reconocer que al parecer yo no le importaba.Estaba
en una real y cruda encrucijada.Ahora me sentia no solamente el afectado,la víctima,sino
tambien como un tonto engañado y aun asi con un amor profundo por esa misma
mujer motivo de mi angustia y desesperación.Faltaban tan solo unos minutos para
tenerla enfrente,y me sudaban las manos de ansiedad.Habia pensado lo que le iba
a decir,pero ahora vacilaba;estaba inseguro de lo que podia pasar.Pero no habia
otro momento,era ahora o nunca,y tendría que ser implacable con ella,no debia
dar tregua ni concesiones,ni solapar un engaño como el que me propinó.No
obstante mi ansiedad y nerviosismo,yo estaba listo para encararla.
Como si fuera
una dama moralmente solvente,en forma desvergonzada entró a la casa y tomó
asiento sin decir absolutamente nada.Me ofreció un saludo mas por educación que
por afecto y cortesía.Se notaba
dispuesta a todo,a decir lo que sea, no se para que propósito, si de limpiar su
moral, o bien estar dispuesta a recibir toda clase de improperios, con tal de
expiar la culpa y mostrar su arrepentimiento.Debo reconocer que ésto
ultimo,personalmente lo deseaba desde lo mas hondo de mi corazón,quizás por que
todavia albergaba la esperanza de volver con ella,de hacerla mia de nueva
cuenta,si es que alguna vez lo fue.Por un instante me sentí como un estúpido
sin saber que hacer ni decir. La sangre me dio un vuelco, y la tranquilidad
inicial se convirtió en un cadauloso río,
con la sangre agitada como olas violentas que chocan con su fuerza
descomunal,jadeante,sofocado quedé a merced de mis exiguas energias.Respiré
profundo,me senté a una distancia de dos metros de ella,quedando frente a
frente,sudando frío y con el corazón latiendo a una frecuencia que parecia
querer salirse de su reducto corporal.Por un instante la miré a los
ojos,ella,un tanto esquiva,miraba hacia otra parte del recinto.Insistí en verla
directamente a los ojos,y la interrogué:
-¿Por qué lo hiciste
Laura?
-Lo siento mucho
Jorge.No se que me pasó.Pero te ruego que me perdones.
-No entiendo por
qué me pides perdón después de la traición que me jugaste.
Siempre te he dado
todo,y lo has tenido gracias a mi.Me has decepcionado;
me rompistes en
corazón en mil pedazos.
-No dejo de pensar
en ello,y se que te fallé.Me averguenzo de mi y de lo que
Yo misma te hecho
pasar en este tiempo.Pero debo decirte que a pesar de
todo,te amo Jorge.
-y ¿cómo es que
debo creerte? Tú no imaginas por las que he pasado este
Tiempo.Me has
hecho sentir un verdadero estúpido,y no he podido olvidarlo.
Te he perdido toda
confianza,y no está en mis manos remediarlo.Pero no me
has contestado el
por qué de tu traición,por qué me fallaste de esa manera.
-¡Por favor no
sigas! Yo nunca te he traicionado,por qué nunca he dejado de
quererte.Fue un
error,el error mas grande de mi vida del cual estoy muy
arrepentida.Lo
único que te pido es que no me abandones,que me des una
oportunidad de
enmendar mi falla.Tal vez me sentí sola y en un momento de
necesidad de compañia,de
sentirme comprendida por todos estos
problemas
que habiamos
tenido ultimamente,no encontraba la puerta.Debo reconocer
mi debilidad.De
pronto él me habló bonito,me sentí bien,como que mis
problemas se
desvanecieron.Reconozco,fui una tonta.Pero mi amor por ti
no ha cambiado
Jorge.
Muy en
el fondo de su corazón Jorge se sentía halagado,no obstante con un dejo de
coraje y frustación le hizo saber a su esposa Laura de su malestar,de su herida
fresca aun en su corazón.Después de ello,sobrevino un silencio sepulcral,no
todo estaba dicho,pero hacia falta que ambos se miraran a los ojos y que
respetásen el silencio que comunicaba más que sus propias palabras;un silencio
que era concluyente y necesario para que ambos tomaran un rumbo,o seguir juntos
o separarse en definitiva.Fue un tiempo de extraño gozo y placer,y al mismo
tiempo de ansiedad y angustia,frustación y desesperación.El tiempo se perdió,y
ambos se fundieron en un abrazo contenido de amor puro,de deseo de amar y de
recibir ese amor del otro en forma incondicional.La lucha fraguada entre Eros
versus Tanatos había finalizado con el triunfo del primero sobre el segundo.Una
vez mas el amor tuvo a bien ser el depósito del deseo de ser y de realizarse.El
amor,elemento que nos mueve en todo momento y que nos da dirección en la
vida,que nos proporciona certeza de lo que somos y hacia donde vamos;ese amor
que nos acoge cuando mas lo necesitamos y que nos cobija con su manto
maravilloso.Gracias a ese amor,la posibilidad de perdonar y reconciliarse son
hechos factibles en nuestras vidas.Gracias Dios por darnos lo mas grande que
podemos experimentar en esta vida,Tú excelso y extraordinario acto de
amar.Gracias por que asi podemos unir,antes que separar corazones sedientos de
Tí.Jorge y Laura son ahora un feliz matrimonio de veintiseis años de
casados,con tres espléndidos hijos varones.Un error no pudo desbaratar un amor
profundo.Creo que mas bien que,ese error los unió mas,y ellos son el vivo
ejemplo de las posibilidades infinitas cuando el amor se sobrepone ante
cualquier peligro que atente contra su poder.Tal vez el caso de Laura y Jorge
no sea exactamente el tuyo,pero siempre experimentamos problemas en la vida,y
tienes que recordar que antes que nada y de cualquier otra cosa,recurre al
amor,rescátalo y no le dejes ir,por que es la única esperanza de cambiar las
cosa para bien,es el regalo de vida que Dios Padre nos ha legado para regocijo
de la humanidad entera.No olvides que nos dijo: “Amense los unos a los otros”
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