sábado, 11 de febrero de 2012

ASFIXIADO EN MI PROPIA PERSONA


        Es inherente al ser humano la preservación y el cuidado de su integridad en todos los aspectos,tanto  físicos, como sociales y psicológicos.En ese cuidado,ponemos un especial acento sobre nuestras personas como seres pensantes,seres con sentimientos,atributos y habilidades,asi como también con traumas personales y vivencias difíciles de superar en nuestras vidas.Precisamente,por todas aquellas cosas complicadas que nos han pasado,decidimos colocar un candado a nuestro corazón,y no permitimos en lo absoluto que nadie  se entere de lo que hay dentro de él.Se vuelve el lugar mas inaccesible y  espinoso de nuestro  ser, de manera que ni siquiera nosotros mismos queremos saber más de él,por que lo odiamos  con todas nuestras fuerzas.Hemos  pretendido enterrarlo,pero no nos ha sido posible.Entre más lo queremos  olvidar,más se hace presente en nuestra conciencia.Entonces,colocamos una disfraz, y  colocamos en la punta del mismo lo que queremos que los otros piensen de nuestra persona.Cuándo esto sobreviene,dejamos de ser y reposamos en falso,menguando el autoconocimiento y por ende,la autoestima.La consecuencia inmediata es la infelicidad,la insatisfacción de lo que somos, de lo que hacemos y en lo que estamos.Surgen las crisis neuróticas,las crisis existenciales y las crisis de identidad.Nada nos llena y todo nos ahueca dejando un edor a podrido que no soportamos,y que nadie a nuestro lado  lo soporta, desde luego.Lo que viene a nuestras vidas,como efecto de todo este embrollo de eventos en nuestra experiencia,es el disimulo,la hipocresía y el orgullo.Cada sentimiento viene a ocupar un espacio en nuestras necesidades y en nuestros miedos.Disimulamos por que necesitamos ocultarnos.Nos afecta lo que la gente piense de nosotros.Si alguién nos encara con lo anterior,nos enoja, y lo negamos,arguyendo de que no nos importa lo que la gente piense.Que dizque es lo menos en que pensamos;que ni tenemos tiempo para eso.Eso decimos. ¡  Sarta de mentiras ! Es lo que más nos afecta.Esa es una de las cosas a las que acudimos,pero por dentrito de nosotros mismos sabemos bien que eso es una mentirota,tan grande como cualquier torre situada en una gran cuidad. También nos volvemos hipócritas.En esto no ocultamos,sino fingimos sentimientos que no poseemos,sentimientos generalmente positivos respecto de si mismo,de otras personas y de situaciones en general que la vida nos pone de frente.Es importante que la gente piense bien de nosotros,que se lleve la mejor impresión de nuestras personas,aunque por dentro seamos otra cosa muy distinta.Mentimos tanto que empezamos a crear espejismos sobre nosotros,y llega un momento que no podemos más.Reventamos con todos y con todo,para luego,en unos cuantos dias volver a ser los mismos de antes,sin mayor pena ni gloria;de vuelta al falso redil.También recurrimos al orgullo,el cual como sentimiento ha sido tan vituperado,que ya nadie quiere usar para resaltar las cosas positivas de la persona.El orgullo tiene dos caras,y ellas son tan opuestas como la luz y la oscuridad.La verdad es que hay un orgullo verdadero,colmado de buenos sentimientos que no intentan  emancipar a nada ni a nadie.Es el sentirse satisfecho consigo mismo por los logros,con lo que tiene y lo que la vida le ha proporcionado.El otro orgullo es el falso.Es este el que usamos cuando un sentimiento de pequeñez nos invade;es cuando otros nos superan en lo que nosotros deseariamos sobresalir;es aquel mal sentimiento que entremezcla mentiras para luego olvidar que son purititas mentiras,es decir,del falso orgullo que nos conduce a la “metamentira” .No se preocupe en buscar esta palabra en el diccionario .No la encontrará.No creo haberla leído en ningún libro que yo recuerde. Apenas la estoy usando por vez primera,simplemente para indicar que el falso orgullo,el de aparentar lo que no es para achicar lo que si  es,nos coloca esquemas mentales que manejan nuestro comportamiento ante los demás,y en esos esquemas mentimos por mentir;la mentira por la mentira.Cuando prevalence esta condición,olvidamos que mentimos,y de paso nos creemos lo que mentimos y actuamos en consecuencia.Nos alienamos tanto que no sabemos quienes somos ya. El orgullo nos ha secuestrado,y nos ha robado una parte de nuestra escencia. Cuando nos percatamos de lo que nos acontece,optamos generalmente por reprimir,por olvidar,y mira que para eso nos hemos convertido en verdaderos maestros. ¡Bendita represión que tanto me auxilias! ,aunque sea una ayuda intrascendente. ¡ Vaya problema de identidad !  Vivimos un mundo aparente,con luz por fuerita,de imágenes y formas perfectas a la vista,pero no para el corazón,y con “muchisimos amigos” que nos “entienden” y nos “adoran” .Los entrecomillo por que ,con esta condición en la personalidad,no se pueden tener amigos auténticos.Acaso tendremos uno o dos.No creo que podamos lograr mas amistades profundas,íntimas y entrañables. ¿ Conocidos ? muchos;bastantes  para cada momento falso y para cada mentira.Pocos para el lado oculto;el lado real. Una invitación al cambio siempre es sugerida.La bienvenida la tenemos que dar si queremos ser nosotros reales y dejar de ser el nosotros irreales.El paso es creer en nosotros y no dar marcha atras ni para mirar el polvo que levantamos.Despojémonos del fuero insano que nos mantiene atados y que nos oprime.Alejémonos de ello y busquemos la felicidad con lo que somos y tenemos. Y como siempre,Dios está ahí para echarnos  una  manita.

1 comentario:

  1. Muy buena reflexion.creo que ya puedo entender un poco mas de lo que usted esta hablando en este escrito.Gracis por su interes en las cosas que de repente nos ayudan a entendernos mas.

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