Cuando no estás en la casa se siente como un vacío que penetra hondo, muy al fondo de mi ser. Y en esa vacuidad solamente me sostengo con el recuerdo de tu amor, de las cosas nuestras, de todo lo vivido juntos y pensando en ti.
Es
justo en tu ausencia cuando mis sentimientos afloran para gritar en todas
direcciones que tú eres mi vida, mi bella dama y mi único amor. La casa parece
paralizarse del todo como si se abriera un paréntesis en mi existir.
Hemos
madurado nuestro amor a través de los años pues ya no somos unos jovencitos, sin
embargo siento que te amo aún más de como al principio justamente de cuando
decidimos unir nuestra aventura ante Dios y ante los hombres.
Sé
que he fallado y que de pronto mis altas y bajas emotivas irrumpen de forma
intempestiva mostrando una faz de irracionalidad e inmundicia. Pero con denuedo
logro barrer toda ese lastre para poder seguir ofreciéndote mi corazón.
No
importa lo que suceda o deje de pasar, nunca dejaré de amarte porque mis
sentimientos han decidido pertenecerte y estar allí por siempre en el nicho de
tu corazón porque tú me has pertenecido desde el principio de nuestro amor.
Te
amo por siempre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario