Friday, January 17, 2014

MUJER, APRECIA TU BELLEZA Y RECUPERA TU DIGNIDAD


      Por siempre había imaginado que las mujeres eran algo espectacular y maravilloso. Aunque de adolescente fuí más interesado en los deportes que en las chicas, y luego de ello me convertí en un joven adulto con mucho mayor inclinación a los libros que a las mujeres, no obstante ello mis pensamientos acerca de las damas siempre rondaban en lo positivo. Inicialmente éste sentimiento fue  fundado primero en la calidad amorosa de mi propia madre y de mi abuela materna, y ante ello debo decir que el resto de las féminas me parecían todas hermosas desde un punto de vista estético. Pero luego este sentimiento se mudó a uno mucho más maduro y sensato, concentrándome en la calidad interior de ese sublime personaje creado por Dios a partir de una costilla masculina. De hecho, al adquirir un concepto más auténtico de la mujer nunca dejé de lado la belleza integral. Sin embargo algo pululaba en mi mente respecto del valor y dignidad de la mujer en nuestro tiempo, no obstante que siempre las consideré víctimas del sistema machista imperante en la sociedad occidental (ni se diga en resto de las culturas). Y eso que me inquietaba en mi ser interior acerca de la mujer en general, tenía que ver con las grandes capacidades que Dios les había concedido desde su creación. En esta ocasión solo mencionaré una, pero hay muchas más. La mujer procrea hijos en sus entrañas, y eso en verdad es algo impresionante, aunque lo vemos como algo ordinario, pero, insisto, eso es algo verdaderamenre grande y que tiene sus repercusiones en la vida de los hijos de manera tal que ellas pueden amar a sus hijos aún antes de que nazcan, lo cual es algo casi inexistente entre los hombres, simple y sencillamente porque no llevan a los hijos dentro de ellos. No tenemos ni idea de lo que una mujer siente por su hijo dentro de si. Es increíble, pero aun con esa capacidad nosotros los hombres catalogamos a las mujeres como pertenecientes a un sexo débil, cosa que aun nadie me ha explicado de forma convincente. Hoy en día el supuesto “sexo fuerte” se derrite de terror y hasta de desmaya en los quirófanos al observar como sus esposas dan a luz a sus hijos. ¿Dónde quedó lo de “sexo fuerte”? Eso es algo que siempre me pregunto. Pero pienso que no hay ninguna clase de sexo fuerte o débil; es simplemente que un hombre y una mujer son distintos, y cada uno tiene sus propias cualidades que Dios les ha permitido para complementarse en forma mutua. Lo del sexo débil es cosa del pasado y, en mi humilde opinión, fue una respuesta a la miopía de nuestros ancestros y que todavía algunos ignorantes despistados sostienen como verdad cultural por autonomasia. Es increíble pero aun hay quienes piensan de esta forma tan oblicua. Pero eso es tan equivocado como  denigrante e insostenible. Así que, mujeres ustedes valen mucho y habemos hombres que las apreciamos no solamente desde su estética y encanto natural, lo cual apreciamos muchísimo, sino también desde la óptica más profunda que ahonda en sus sentimientos, en el corazón y en el bello espíritu que poseen, la gracia de sus formas y sus expresiones tan encantadoras.

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