lunes, 3 de diciembre de 2012

IDENTIDAD HUMANA







        La identidad de un pueblo le está dado principalmente por su origen étnico,sus valores históricos originales, y también por la ideología,la cual involucra sus creencias acerca del origen del hombre y de la sociedad que la compone.Esta identidad deviene por las transformaciones a las que se ve sometida,en especial el mestizaje,aunque no queda limitada a ello.También ocurren las transformaciones políticas y sociales,los cambios en los esquemas de organización social y la participación de sus miembros,las insignias y la generación de próceres remotos y contemporáneos.Indudablemente,la identidad de un pueblo se ve afectada de manera continua,y nunca deja de ser modificada por la amalgama de elementos históricos y componentes recientes,lo cual la convierte  en un elemento difícil de definir.Mas sin embargo,debemos reconocer que este fenómeno es fundamentalmente histórico,y que coexiste con la serie de elementos de mas actualidad que dan paso a una afiliación y cohesión muy particular en el espíritu nacionalista.Si como pueblo o país se pretende defender una identidad,nunca se deben soslayar los aspectos históricos que están en la raíz de la cultura.Ellos son los que dan certidumbre de las potencialidades,de las posibilidades y limitaciones,de los defectos y virtudes inherentes,de la idiosincracia que forma parte de la investidura del pueblo.Sea usted de origen italiano,ecuatoriano,chino, chileno,peruano,argentino,alemán,o ciudadano de cualquier país en el mundo,seguramente usted mostrará una deferencia central a sus raíces culturales,al proceso de su desarrollo,a los elementos y personajes que enarbolan el espíritu de la nación,y por sobre todo,al profundo respeto que su país le merece dentro y fuera de su territorio  atraves del discurso de su comportamiento en el contexto de su comunidad mas cercana y de la familia.Cuando advierte que ésta última se ha convertido en un portavoz de la sociedad y de su cultura,entonces podemos asegurar que la identidad nacional  se ha consumado como un hecho concreto,y que habita en el esquema mental de sus miembros mas allá del contexto familiar.Pero mi pretensión no se enfoca en la cultura como tal ni en la ideología de los pueblos.Sin embargo,es menester hacer notar que algo parecido ocurre en el sujeto,y por analogía bien pueden apreciarse los elementos que concurren en la valoración del ser humano como ser integro y completo.
      Del mismo modo que un pueblo contiene variables asociadas a su identidad,los seres humanos sostenemos una relación íntima con elementos de nuestro pasado que van de la mano con nuestra identidad personal.Ningún ser humano puede prescindir de un pasado.En efecto,todos los seres humanos hemos atravesado por experiencias tanto remotas como recientes,y en ellas nos vemos reflejados en nuestra forma de ser,nuestra identidad y proyecto personal.Nuestro discurso destila un pasado constructivo o alienante,y que sin embargo en cualquier caso viene a conformarse como la referencia primera de gran parte de nuestro comportamiento presente.No significa ello que estemos atados invariablemente a ese pasado de forma ineludible,como si nunca pudieramos ser libres del vínculo que nos une.De hecho,la plasticidad y flexibilidad nos distingue,y hemos de ser incisivos al considerar que otra de las facetas a todo ser humano es la operatividad de su independencia en base a sus potencialidades,y por su puesto al buen uso del libre albedrío.No hay cadenas inquebrantables ni experiencias del pasado inexpugnables que limiten las posibilidades humanas.Si bien el pasado ha sido consistente en la construcción de nuestra identidad como seres humanos y el impacto que tiene sobre nosotros es significativo en el presente,su naturaleza puede ser manipulada propositivamente cuando produce un efecto indeseado en nuestro comportamiento,irrumpiendo nuestra vida de manera tal que nuestras expectativas y proyectos futuros quedan a su merced.Muchas veces nos quejamos de nuestras limitaciones debido a las malas experiencias que nos han ocurrido,de nuestros traumas vividos en un pasado a veces tan remoto, y que sin embargo aún nos siguen afectando en nuestro presente.Apesar de todo lo que nos pudiera habernos sucedido,las potencialidades humanas son mayores que las ataduras impuestas por experiencias en nuestras vidas.Asi sean situaciones extremas de abuso,experiencias absurdas y bizarras que de solo recordarlas nos hace rodar lágrimas de impotencia, angustia,dolor y resentimiento.Con todo,ello es parte de tu identidad,aunque fraguada en el dolor y el oprobio,y entremezclada con el cúmulo de experiencias de toda clase tanto positivas como negativas.Es la identidad de cada quien,y debemos sentirnos orgullosos de nuestro pasado,que bien o mal nos ha formado y de que,inclusive,hasta podemos hablar de un legado propio del que podemos dar testimonio en su momento,y que nos sostiene como seres humanos en nuestro contexto social y familiar.
    Muy a pesar del revuelo que se sucita en torno a una vida llena de experiencias penosas y de abusos en el hogar,el sujeto portador de ese morral de injusticias contiene una poderosa mente y un corazón de carne que Dios ha puesto a su servicio apelando,por supuesto, a su buen uso.Un hombre de 35 años siempre que recordaba de cuando su padre lo maltrataba con golpes y regaños cuando apenas era un niño de 7 años,ya de adulto, una persistente e incontrolable ansiedad lo dominaba,y eso le parecía estar viviendo un momento que lo llenaba de culpa y verguenza.No se explicaba porque estos sentimientos apareciésen de forma recurrente.Consideraba que por el tiempo y la distancia del evento perturbador el efecto de su pasado sería mínimo y facilmente manipulable,no obstante la realidad era otra.De hecho,cada vez que recordaba los maltratos físicos y emocionales que recibía de parte de su padre,enseguida de la ansiedad un sentimiento de impotencia y de rabia contenida se apoderaba de su ser.Esos momentos le resultaban muy dolorosos,y lo peor de todo es que se estaban volviendo más intensos en la medida en que trataba de olvidar los traumas de su infancia.Lo anterior parece un extracto de una historia de desgracias humanas insuperables,pero la mente tiene sus propias defensas que le permiten mantener un balance entre las fuerzas antagónicas del pasado,del inconciente como tal con toda su carga instintiva y las exigencias del contexto.No obstante que la particularidad de los traumas sea la de que por breve que hayan sido los eventos perturbadores originales,y el efecto sea de grandes proporciones en su afectacion al nivel de vida general del sujeto,las instancias mentales de todo  ser humano funcionan como protectores defensivos que coadyuvan a mantener alejado el dolor del sufrimiento y de la frustación.El stress causado por un trauma permanence por muchos años,y en ocasiones su estancia es por toda la vida.No es fácil lidiar con aquello que mancilló tu ingenuidad,la inocencia,la virginidad de tu corazón.El recuerdo es como un taladro en tu mente que evoca el dolor del pasado lejano, como si hubiese sido ayer.Un pasado que sepulta tus proyectos futuros,y que destroza tu presente en medio de una agitación de pensamientos e ideas que no logras ubicar en su lugar.La felicidad se observa algo distante y la realización soñada del self (yo) se obnubila por la ausencia de soluciones sensatas a los problemas emocionales.Empero no debemos olvidar que como seres humanos,como lo he señalado previamente, hemos sido dotados de un equipo de elementos que no solamente estan en defensa de los intereses,sino que tambien de elementos que proporcionan una prospectiva de cambio evolutivo,de modo que estamos protegidos por una capa que nos cobija de las infamia,del oprobio,de la deshonra y descréditoNuestra mente trabaja por nosotros,y su labor se ciñe a proteger nuestra salud mental,el balance de nuestras fuerzas internas,y para el equilibrio sano dentro del contexto que nos toca vivir por mas alienante que pudiera resultar.La mente es como un sistema más en el cuerpo que trabaja por usted sin que se de cuenta de ello,tal cual como el sistema digestivo o el circulatorio.En realidad no tenemos control de esas funciones vegetativas,los sistemas y sus componentes  encargados de funciones tan complicadas se hacen cargo de ellas,y así de la misma manera que dichos sistemas ,la mente es un sistema adicional que trabaja de forma inconciente arreglando,defendiendo,protegiendo,depurando,y organizando contenidos sanos e insanos,entretejiendo los cambios que el sujeto requiere,acomodando en su justo lugar las presiones del pasado y del presente,y permitiendo una vida equilibrada en lo posible, de modo que ninguna fuerza que no sea la yoica sea preponderante y monopolizadora de la salud del sujeto.El Yo como regulador de la vida conciente,contiene en su naturaleza una gran responsabilidad que discurre desde su formación en las primera infancia del ser humano, hasta el final de la vida.En lo que toca a la identidad,la función del yo es de suma importancia puesto que dentro de sus entrañas se instituyen y desarrollan las funciones concientes que nos mantienen conectados al mundo.Es el regulador de la vida conciente,del contacto con el mundo exterior,y posee la propiedad de crecer y madurar del mismo modo que cualquier otra parte del cuerpo.Por supuesto,su naturaleza es distinta y sus funciones tiene que ver con la vida anímica,con las funciones volitivas y con el equilibrio conciente del resto de las instancias del aparato psíquico del ser humano.Ahí es donde encontramos gran parte de los elementos que dan identidad a un individuo,y de el se desprenden los valores más profundos que dan certidumbre al comportamiento de la persona.Sin un “yo” sanamente establecido,nuestra vida estaría sujeta a fuerzas ajenas a lo establecido por la cultura.
    Finalmente,del mismo modo que una sociedad o cultura deviene por su identidad en gran medida,esta se ve sometida a cambios bruscos durante el desarrollo de su existencia.Así mismo,los seres humanos estamos sujetos a una identidad que nos ha sido ofrecida desde que nacemos,desarrollandose conforme las  etapas evolutivas de todo ser humano y por la influencia del contexto reflejada en la familia,en la poderosa prescencia de sus padres y la educación que estos le prodigan desde el comienzo de la vida.Si tu vida fue un calvario y lo que recibiste fue una fuerte dosis de odio y maldad de parte de tus padres,quizás se desatendieron de ti por largo tiempo,o tu educación no fue la mejor,es tiempo de recuperar lo perdido;es tiempo de avanzar en Cristo para que El pueda hacerse cargo de tus penurias.No hay fuerza más poderosa que pueda hacerte vivir sanamante y feliz con todo los fétidos recuerdos de tu pasado.Solo El lo hace posible.Entregale todo de ti sin tanto aspaviento ni cortapisas.No temas.Al fin y al cabo ¿que puedes perder? En cambio puedes ganar mucho.No te nieges el regalo tan grande que te tiene,y liberate de tanta opresión y conformismo.Comienza por ser tu mismo o misma,aquel o aquella  que siempre deseaste ser a pesar de tus penas pasadas.Comienza ya,mañana podría ser tarde.Los milagros existen aquí en este mundo.¡Fórjate uno ya que El está deseoso de ofrecertelo!

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