La identidad de un
pueblo le está dado principalmente por su origen étnico,sus valores históricos
originales, y también por la ideología,la cual involucra sus creencias acerca
del origen del hombre y de la sociedad que la compone.Esta identidad deviene
por las transformaciones a las que se ve sometida,en especial el mestizaje,aunque
no queda limitada a ello.También ocurren las transformaciones políticas y
sociales,los cambios en los esquemas de organización social y la participación
de sus miembros,las insignias y la generación de próceres remotos y
contemporáneos.Indudablemente,la identidad de un pueblo se ve afectada de
manera continua,y nunca deja de ser modificada por la amalgama de elementos
históricos y componentes recientes,lo cual la convierte en un elemento difícil de definir.Mas sin
embargo,debemos reconocer que este fenómeno es fundamentalmente histórico,y que
coexiste con la serie de elementos de mas actualidad que dan paso a una
afiliación y cohesión muy particular en el espíritu nacionalista.Si como pueblo
o país se pretende defender una identidad,nunca se deben soslayar los aspectos
históricos que están en la raíz de la cultura.Ellos son los que dan certidumbre
de las potencialidades,de las posibilidades y limitaciones,de los defectos y
virtudes inherentes,de la idiosincracia que forma parte de la investidura del
pueblo.Sea usted de origen italiano,ecuatoriano,chino, chileno,peruano,argentino,alemán,o
ciudadano de cualquier país en el mundo,seguramente usted mostrará una
deferencia central a sus raíces culturales,al proceso de su desarrollo,a los
elementos y personajes que enarbolan el espíritu de la nación,y por sobre
todo,al profundo respeto que su país le merece dentro y fuera de su territorio atraves del discurso de su comportamiento en
el contexto de su comunidad mas cercana y de la familia.Cuando advierte que
ésta última se ha convertido en un portavoz de la sociedad y de su cultura,entonces
podemos asegurar que la identidad nacional
se ha consumado como un hecho concreto,y que habita en el esquema mental
de sus miembros mas allá del contexto familiar.Pero mi pretensión no se enfoca
en la cultura como tal ni en la ideología de los pueblos.Sin embargo,es
menester hacer notar que algo parecido ocurre en el sujeto,y por analogía bien
pueden apreciarse los elementos que concurren en la valoración del ser humano
como ser integro y completo.
Del mismo modo que un pueblo contiene variables
asociadas a su identidad,los seres humanos sostenemos una relación íntima con
elementos de nuestro pasado que van de la mano con nuestra identidad personal.Ningún
ser humano puede prescindir de un pasado.En efecto,todos los seres humanos
hemos atravesado por experiencias tanto remotas como recientes,y en ellas nos
vemos reflejados en nuestra forma de ser,nuestra identidad y proyecto
personal.Nuestro discurso destila un pasado constructivo o alienante,y que sin
embargo en cualquier caso viene a conformarse como la referencia primera de
gran parte de nuestro comportamiento presente.No significa ello que estemos
atados invariablemente a ese pasado de forma ineludible,como si nunca
pudieramos ser libres del vínculo que nos une.De hecho,la plasticidad y flexibilidad
nos distingue,y hemos de ser incisivos al considerar que otra de las facetas a
todo ser humano es la operatividad de su independencia en base a sus
potencialidades,y por su puesto al buen uso del libre albedrío.No hay cadenas
inquebrantables ni experiencias del pasado inexpugnables que limiten las
posibilidades humanas.Si bien el pasado ha sido consistente en la construcción
de nuestra identidad como seres humanos y el impacto que tiene sobre nosotros
es significativo en el presente,su naturaleza puede ser manipulada
propositivamente cuando produce un efecto indeseado en nuestro comportamiento,irrumpiendo
nuestra vida de manera tal que nuestras expectativas y proyectos futuros quedan
a su merced.Muchas veces nos quejamos de nuestras limitaciones debido a las
malas experiencias que nos han ocurrido,de nuestros traumas vividos en un
pasado a veces tan remoto, y que sin embargo aún nos siguen afectando en
nuestro presente.Apesar de todo lo que nos pudiera habernos sucedido,las
potencialidades humanas son mayores que las ataduras impuestas por experiencias
en nuestras vidas.Asi sean situaciones extremas de abuso,experiencias absurdas
y bizarras que de solo recordarlas nos hace rodar lágrimas de impotencia,
angustia,dolor y resentimiento.Con todo,ello es parte de tu identidad,aunque
fraguada en el dolor y el oprobio,y entremezclada con el cúmulo de experiencias
de toda clase tanto positivas como negativas.Es la identidad de cada quien,y
debemos sentirnos orgullosos de nuestro pasado,que bien o mal nos ha formado y
de que,inclusive,hasta podemos hablar de un legado propio del que podemos dar
testimonio en su momento,y que nos sostiene como seres humanos en nuestro
contexto social y familiar.
Muy a pesar del revuelo que se sucita en
torno a una vida llena de experiencias penosas y de abusos en el hogar,el
sujeto portador de ese morral de injusticias contiene una poderosa mente y un
corazón de carne que Dios ha puesto a su servicio apelando,por supuesto, a su
buen uso.Un hombre de 35 años siempre que recordaba de cuando su padre lo
maltrataba con golpes y regaños cuando apenas era un niño de 7 años,ya de
adulto, una persistente e incontrolable ansiedad lo dominaba,y eso le parecía
estar viviendo un momento que lo llenaba de culpa y verguenza.No se explicaba
porque estos sentimientos apareciésen de forma recurrente.Consideraba que por
el tiempo y la distancia del evento perturbador el efecto de su pasado sería
mínimo y facilmente manipulable,no obstante la realidad era otra.De hecho,cada
vez que recordaba los maltratos físicos y emocionales que recibía de parte de
su padre,enseguida de la ansiedad un sentimiento de impotencia y de rabia
contenida se apoderaba de su ser.Esos momentos le resultaban muy dolorosos,y lo
peor de todo es que se estaban volviendo más intensos en la medida en que
trataba de olvidar los traumas de su infancia.Lo anterior parece un extracto de
una historia de desgracias humanas insuperables,pero la mente tiene sus propias
defensas que le permiten mantener un balance entre las fuerzas antagónicas del
pasado,del inconciente como tal con toda su carga instintiva y las exigencias
del contexto.No obstante que la particularidad de los traumas sea la de que por
breve que hayan sido los eventos perturbadores originales,y el efecto sea de
grandes proporciones en su afectacion al nivel de vida general del sujeto,las
instancias mentales de todo ser humano
funcionan como protectores defensivos que coadyuvan a mantener alejado el dolor
del sufrimiento y de la frustación.El stress
causado por un trauma permanence por muchos años,y en ocasiones su estancia es
por toda la vida.No es fácil lidiar con aquello que mancilló tu ingenuidad,la
inocencia,la virginidad de tu corazón.El recuerdo es como un taladro en tu
mente que evoca el dolor del pasado lejano, como si hubiese sido ayer.Un pasado
que sepulta tus proyectos futuros,y que destroza tu presente en medio de una
agitación de pensamientos e ideas que no logras ubicar en su lugar.La felicidad
se observa algo distante y la realización soñada del self (yo) se obnubila por la ausencia de soluciones sensatas a los
problemas emocionales.Empero no debemos olvidar que como seres humanos,como lo
he señalado previamente, hemos sido dotados de un equipo de elementos que no
solamente estan en defensa de los intereses,sino que tambien de elementos que
proporcionan una prospectiva de cambio evolutivo,de modo que estamos protegidos
por una capa que nos cobija de las infamia,del oprobio,de la deshonra y
descréditoNuestra mente trabaja por nosotros,y su labor se ciñe a proteger
nuestra salud mental,el balance de nuestras fuerzas internas,y para el equilibrio
sano dentro del contexto que nos toca vivir por mas alienante que pudiera
resultar.La mente es como un sistema más en el cuerpo que trabaja por usted sin
que se de cuenta de ello,tal cual como el sistema digestivo o el
circulatorio.En realidad no tenemos control de esas funciones vegetativas,los
sistemas y sus componentes encargados de
funciones tan complicadas se hacen cargo de ellas,y así de la misma manera que
dichos sistemas ,la mente es un sistema adicional que trabaja de forma
inconciente arreglando,defendiendo,protegiendo,depurando,y organizando
contenidos sanos e insanos,entretejiendo los cambios que el sujeto
requiere,acomodando en su justo lugar las presiones del pasado y del presente,y
permitiendo una vida equilibrada en lo posible, de modo que ninguna fuerza que
no sea la yoica sea preponderante y monopolizadora de la salud del sujeto.El Yo
como regulador de la vida conciente,contiene en su naturaleza una gran
responsabilidad que discurre desde su formación en las primera infancia del ser
humano, hasta el final de la vida.En lo que toca a la identidad,la función del
yo es de suma importancia puesto que dentro de sus entrañas se instituyen y
desarrollan las funciones concientes que nos mantienen conectados al mundo.Es
el regulador de la vida conciente,del contacto con el mundo exterior,y posee la
propiedad de crecer y madurar del mismo modo que cualquier otra parte del
cuerpo.Por supuesto,su naturaleza es distinta y sus funciones tiene que ver con
la vida anímica,con las funciones volitivas y con el equilibrio conciente del
resto de las instancias del aparato psíquico del ser humano.Ahí es donde
encontramos gran parte de los elementos que dan identidad a un individuo,y de
el se desprenden los valores más profundos que dan certidumbre al comportamiento
de la persona.Sin un “yo” sanamente establecido,nuestra vida estaría sujeta a
fuerzas ajenas a lo establecido por la cultura.
Finalmente,del mismo modo que una sociedad
o cultura deviene por su identidad en gran medida,esta se ve sometida a cambios
bruscos durante el desarrollo de su existencia.Así mismo,los seres humanos
estamos sujetos a una identidad que nos ha sido ofrecida desde que
nacemos,desarrollandose conforme las
etapas evolutivas de todo ser humano y por la influencia del contexto
reflejada en la familia,en la poderosa prescencia de sus padres y la educación
que estos le prodigan desde el comienzo de la vida.Si tu vida fue un calvario y
lo que recibiste fue una fuerte dosis de odio y maldad de parte de tus padres,quizás
se desatendieron de ti por largo tiempo,o tu educación no fue la mejor,es
tiempo de recuperar lo perdido;es tiempo de avanzar en Cristo para que El pueda
hacerse cargo de tus penurias.No hay fuerza más poderosa que pueda hacerte
vivir sanamante y feliz con todo los fétidos recuerdos de tu pasado.Solo El lo
hace posible.Entregale todo de ti sin tanto aspaviento ni cortapisas.No
temas.Al fin y al cabo ¿que puedes perder? En cambio puedes ganar mucho.No te
nieges el regalo tan grande que te tiene,y liberate de tanta opresión y
conformismo.Comienza por ser tu mismo o misma,aquel o aquella que siempre deseaste ser a pesar de tus penas
pasadas.Comienza ya,mañana podría ser tarde.Los milagros existen aquí en este
mundo.¡Fórjate uno ya que El está deseoso de ofrecertelo!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario