Y qué tal tú, porque yo estoy que muero extrañándote
Ninguna palabra, ninguna imagen me llena
Eres sola tú por quien mi corazón amándote
Se regocija de alegría y de una belleza plena
Y qué tal tú, que me has dejado tan sólo con mis deseos
Ensimismado en mis propios y acostumbrados
Pensamientos e ideas envueltas en un eco
En una vorágine de impulsos casi muertos
Y tú qué tal, porque mi corazón suspira cuando te pienso
Exhausto quedo de tanto imaginar tus ojos
Permanezco en vela toda la noche con el incienso
Que me deja con el sabor de tus labios amorosos
Y qué tal tú, por quien me entrego al desnudo de mi corazón
Sin trabas ni obstáculos que sólo permean el engaño
Ofreciendo lo poco y lo mucho de un amor sin cerrazón
Sin ningún temor de perderme en las coyunturas de tu regazo
Y tú qué tal, porque yo he tatuado tu nombre en la extensión de mi alma
He transfigurado mi forma de ser, de sentir y de querer
Y sólo por tí, por la belleza de tu ser que me acapara
Y que transtorna mis sentidos a la suerte de un vaivén
Y qué tal tú, porque yo nunca olvidaré esos labios de ensueño
Jamás renunciaré a tus hermosos y mesmerizantes ojos
Estaré siempre por el resto de mi vida en total velo
Esperando el maravilloso momento de abrazarte a mi antojo
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